Título: El asesino de la regañáAutor: Julio Muñoz GijónEditorial: Almuzara, Ebook, 2013Páginas: 176.
Resumen oficial.
¿Y si hubiera un serial killer de sevillanas maneras? ¿Y si mandara una nota al ABC después de cada crimen? ¿Qué pasaría si se confabulara con sus compinches en Cash Badia, alternara en El Tremendo o se hablara de él en el Garlochi? ¿Y si los sospechosos fueran caras conocidas de la Sevilla más tradicional? ¿Soportaría el presidente de uno de los equipos de fútbol de la ciudad un interrogatorio sobre un asesinato solamente con un zumo de naranja? ¿O un artista de la canción ligera? ¿Y una pareja de humoristas? ¿Y todos los demás? ¿Y si ese violento paisano asesinara... con una afilada regañá y sólo a modernos que no comulgan con las esencias de la ciudad?
Ya está aquí la novela que Sevilla no quiere que leas.
Impresión personal.
El asesino de la regañá es una novela policíaca muy sui generis. Cuenta con todos los ingredientes necesarios: una serie de asesinatos que cuentan con todo un elenco de cuestiones en común, unos investigadores de la policía que intentan desentrañar la autoría de los mismos, una serie de escenarios donde ocurren esos asesinatos que nos cuentan cosas sobre el/los asesinos y las víctimas y un arma homicida, la regañá, una especie de torta de pan crujiente rectangular que se usa para acompañar los aperitivos en el sur de España. Todo normal hasta aquí sino fuera porque todo ocurre en Sevilla y entre sevillanos y sevillanas costumbres. Esto último hace que nos encontremos antes una novela policíaca en la que a pesar de que tenemos víctimas y unos hechos deleznables, pases por sus páginas con una sonrisa en la boca casi todo el tiempo.
Otro punto a destacar son los dos protagonistas de la novela. Un Villanueva madrileño que no entiende absolutamente nada de lo que ve a su alrededor y que no deja de sorprenderse ante una realidad ideológica tan antigua como peligrosa en una sociedad que, por muchos defensores de la patria que aparezcan aquí o allá, no deja de avanzar hacia la diversidad y la apertura de pensamiento en muchos aspectos. Junto a Villanueva, nos encontramos con Jiménez, un policía sevillano que es el responsable de orientar y aleccionar a Villanueva en todo lo referente a los usos y costumbres de la ciudad para que puedan seguir avanzando en la investigación. Junto a ellos se vislumbran una serie de personajes secundarios en los que es fácil identificar, aunque no se los nombre expresamente, a Los Morancos, Vittorio y Lucchino, Lopera, etc.
En conclusión, una novela policíaca fresca y ágil en un escenario distinto de los habituales, con una trama original y contada al estilo de la ciudad en la que se desarrolla. Todo gira en torno a un modo de ser sevillano clásico: la trama, el arma homicida, los asesinos y hasta la investigación ha de hacerse de acuerdo con ese carácter que marca a toda una ciudad.