Una de las cosas más originales y que más me gustan de la serie es que mezcla técnicas de animación muy distintas: lápiz y papel tradicional, animación digital y 3D, marionetas, slow motion... casi cada personaje esta hecho de una forma distinta, y todos integrados en fondos muy divertidos y llenos de color. En cuanto a las tramas, tratan sobre la vida de Gumball, las travesuras que hace en compañía de sus amigos o de sus hermanos Darwin y Anais, o las locuras que suele hacer para tratar de impresionar a Penny, la chica que le gusta, y que es... ¿un cacahuete con cuernos? Bueno, dejémoslo estar, jajaja. A menudo se tratan temas que no suelen faltar en los dibujos animados, como la responsabilidad o las relaciones familiares, pero siempre en un tono desenfadado y gamberro, y para nada moralista o en forma de moraleja. Es sin duda una serie diferente, muy original y divertida para ver en familia, y que desde aquí, os recomiendo.
Y para cerrar esta entrada, decir que no hay edad para disfrutar de unos dibus, sobre todo si son tan simpáticos y de tanta calidad como estos. A mi me encanta tumbarme por la noche en el sofá, poner Boing, y ver un rato estos dibujos, y otros, que hacen que me vaya a dormir con una sonrisa. Además, si los ves de adulta, te das cuenta de bromas, o detalles que de peque se te pasaban por alto, o de si los guiones, la animación o el doblaje son de la calidad que deberían ser. Así que yo os invito a ver dibujos tanto como os apetezca, aunque no tengáis niños, y a los que los tenéis, sentaros alguna vez con ellos a verlos. Merece la pena compartir esos momentos de risa con los chicos, y además así veis que ven los críos de ahora, y podéis juzgar, como adultos, si esos dibus son lo suficientemente buenos o apropiados para vuestros hijos. Y ya de paso, dejáis salir un poco a vuestro niño o niña interior, que eso siempre es bueno. En fin, ya me despido por hoy. Nos vemos muy pronto, gente. ¡¡Besitosss!!