El ataque de los (inexistentes) Gnomos de Zurich

Publicado el 06 mayo 2010 por Javierm

Con cierta frecuencia, cuando uno invoca ciertas palabras mágicas (capitalismo, lucha de clases, socialismo, etc) se produce en el blog unas chispas de brillantina, cuyos efectos se dejan notar en los autores de otros blogs, que se sienten concernidos y obligados a calificar y ridiculizar de manera más o menos ingeniosa.

Lo curiosos es que casi siempre se produce este efecto cuando uno escribe esas palabras que se deben salir de algún manual de Lo Políticamente Correcto en Este Mundo tan Feliz donde Los Gnomos de Zurich no Existen (Tomo I) y Las Cosas que se Producen en la Economía: La culpa es Los de Siempre que no Saben Comportarse como Siempre. (Anexo)

Los Gnomos de Zurich no existen.

Son una fantasía. Usted puede estar seguro que las economías de los Estados están en manos de los políticos que nosotros elegimos cada cuatro años y que son completamente libres de hacer de su capa un sayo y tomar decisiones por si mismo de tal manera que procuren la felicidad de sus conciudadanos. Puede estar absolutamente seguro de esto al igual de que los Gnomos de Zurich no existen.

Pero… ¿y los trolls?. No me refiero a esos molestos parásitos que a veces pululan por los comentarios. Sino a Los Trolls de Zurich. Trolls tipo Yves Marçais. Un troll vestido de Armani que antes de ayer le contó un rumor a un amigo periodista suyo, por el cual España iba a pedir la nada despreciable suma de 280.000 millones de euros al FMI. Bien es cierto que el tal Yves no cumple con el Primer Requisito del Reino de la Fantasía, ya que no es de Zurich, sino de París. Pero su rumor, convenientemente jaleado por la Prensa de Este Mundo tan Feliz donde los Gnomos de Zurich no existen, consiguió que el Presidente del País de las Casitas de Cartón, se cagara patas abajo y tuviera que salir a desmentir tal cosa con la credibilidad que le caracteriza. Y que además, un tal Van Rompuy, recién llegado al Reino Donde Se deciden Las Cosas Por la Puerta de Atrás y el Presidente del Fondo Monetario de Este Mundo tan Feliz donde los Gnomos de Zurich no existen, tuvieran que abandonar sus tareas para desmentir tal rumor, ya que las bolsas amenazaban hostia.

Pero claro. Pueden estar ustedes seguros que los Gnomos de Zurich y los trolls de París (o de Wall Street) no tienen nada que ver con el desastre que vivimos ahora. En realidad, esa parte del cuento es una invención de la “izquierda reaccionaria”, la que es idiota y que piensa que “Wall Street y la gran banca hundieron la economía mundial, y ahora el malvado contubernio de banqueros y capitalistas comeniños conspira para destruir Europa Occidental, retorciéndose el bigote mientras estrangulan gatitos” a diferencia de la “izquierda responsable” que considera que todo está controlado jiúston, y si no es que estamos bajo “un ataque terrorista” probablemente de algún Orco mal follado y por eso vamos a poner escáneres que nos fotografíen el culo en los aeropuertos. Y un par de Elfos buenos.

Para el Universo Alternativo “No La Vi Venir” donde moran los Teóricos Economistas Buenos del Cuento, decir que hay ricos malvados y pobre víctimas y políticos que se arrodillas ante el Poder es una tontería. En tanto, En el Universo “Nos La Vamos a Comer doblada” los pobres malvados llegan ya, (por su propia incompetencia y porque no tienen ganas de currar), a casi 5 millones de parados, mientras que el rico víctima se aprieta el cinturón y se sube el sueldo sólo un 10% y cuenta con una pensión miserable de 85 millones de euros.

En el Universo Alternativo “No la VI Venir”, barrio “Pero sigo Pontificando“, los chicos de Wall Street no han tenido nada que ver en la actual situación. No han tenido nada que ver ni en la falta de regulación del mercado, ni en su legislación desreguladora: la culpa de todo la ha tenido esa obsesión enfermiza que tienen los pobres de acceder a una vivienda y especular con ella en vez de vivir de alquiler o con tus padres y abuelos en comunas como en el Reino del Hobbit. Sobre todo en el País de las Casitas de Cartón, donde en vez de considerar la vivienda un derecho para los malvados pobres, estos se han dedicado, al lo loco, a lo loco, a hipotecarse en los bancos de los ricos víctimas.

Y (fundamental para explicarnos), la culpa de que los griegos anden buscando la Torre de Saurón para quemarla es suya, que gastaron a espuertas en vicio. El que el gobierno de derechas de Kostas Karamanlis, haya sido durante años el mejor ejemplo del neoliberalismo con sus privatizaciones, precariedad laboral, reducción de los bienes y servicios públicos, no tiene nada que ver. El que los bancos alemanes hayan estado décadas beneficiándose de las mentiras contables que ellos mismos aplaudían, no tiene nada que ver. La culpa es del trabajador griego que no sabe aceptar de buena gana los sacrificios exigidos al Dios Mercado.

Seguiría un poco más contándoles porqué no Existen los Gnomos de Zurich, pero he quedado con Caperucita y su capa roja. Vamos a ver si despertamos a Cenicienta del letargo y junto a Blancanieves y los siete enanitos somos capaces de montar un aquelarre en El País de las Casitas de Cartón, donde los economistas que viven en el Universo “No la vi venir”, barrio “Esto es facilísimo, tengo la solución”, siguen justificando que la culpa es de los trabajadores, que no tenemos derechos, que sólo hay una solución posible… y que los Gnomos de Zurich no existen.

Ya se, ya se… El Lobo estaba invitado pero está ocupado enseñando las orejas en Grecia. Aulla algo así como rise up, rise up, rise up, rise up, rise up, rise up, rise up, rise up, rise up,…

Pd. Con cariño, Egócrata.

Pd2. Venga, va.. Que no se diga que no propongo nada.

Comparte y disfruta