Kate no hapodido olvidar las palabras con las que se despidió su madre aquella fríaNochebuena:
«Cuida de tus dos hermanos». Han pasado diez añosy, desde entonces, no ha hecho otra cosa que intentar que Michael y Emma esténbien. No ha sido nada fácil, porque sus vidas han transcurrido de orfanato enorfanato; el último, una vieja mansión medio derruida, regentada por unpersonaje un tanto peculiar y... ¡donde no hay otros niños! Por eso, muertos decuriosidad y sin nada que perder, los tres hermanos dedican el primer día ainvestigar todas y cada una de las habitaciones… Descubrirán que existen pasadizos secretos, escalerasocultas, puertas que se abren a su paso y, sobre todo, un libro que cambiarásus vidas para siempre.En cuanto lotoquen, sabrán que:1. la magiaexiste.2. ese libroes tan poderoso que nadie, absolutamente nadie, debe saber dónde está.3. les guste ono, solo ellos podrán salvar el mundo
Había una vez tres hermanos que vivían en un orfanato. Sinembargo, los hermanos P. sabían que en realidad no eran huérfanos y que suspadres volverían a buscarlos algún día. Pero por entonces, los tres niños(Kate, Michael y Emma) viajaban portodos los orfanatos del país. Hasta que un día fueron enviados a Cascadas deCambridge, un lugar donde la magia está a golpe de piedra y dos mundos sesolapan. Los tres hermanos encontrarán un libro misterioso que podrá ayudarlesa salvar ese lugar… o no, quién sabe: porque la magia cuando no sabes usarla esmuy peligrosa.
Ah, por fin. Por fin un libro que podría ser un dignosucesor de las mejores aventuras de Eva Ibbotson o J. K. Rowling. ¿Recordáisesas historias de vuestra infancia donde había tres hermanos huérfanos que teníanque salvar algo? ¿Y cómo las recordáis? ¿Con cariño? Pues entonces, este esvuestro libro. El señor Stephens ha creado una historia fresca y muy juvenil —tirandoa infantil— que dejará satisfecho a todo el mundo. Los personajes están muybien perfilados: desde los protagonistas hasta la mala malísima, pasando porcada uno de esos tiernos personajes secundarios que si bien no son tanimportantes, si que ejercen un papel en la novela. Bien es verdad que el librocae en tópicos ancestrales como los de que los tres hermanos sean huérfanos oque haya una mala malvadíiiiisima (y sí, también encontraréis a un ancianitosimpático o a un ama de llaves cascarrabias); pero todo esto no importa cuandola novela se convierte en un ir y venir de todas las costumbres literarias queya se creían perdidas en la juvenil y que solo aparecían en la infantil.
Respecto al ritmo, debo decir que es muy rápido. Lahistoria está como dividida en partes —no señalizadas, me las invento yo jé—,algunas más interesantes que otras, claro, pero el autor ha sabido como hacerque la información vaya cayendo de manera lenta de tal forma que cuando llegael momento en el que lo sabes todo, ya es demasiado tarde: estás atrapado en lalectura. Aparte de todo esto, debo decir que me he sentido muy cómoda leyendoel libro. Es como llegar a casa un día muy cansada y tomarse un vaso de lechecalentita. Como comentaba con Lady Boheme el otro día en Twitter, se parecía a Harry Potter en lo referente a lo que sesentía mientras lo leía. No entiendo como se le ha dado tan poca propaganda: con esto me refiero a que libros mucho menos interesantes han tenido más decincuenta reseñas en la bloggosfera. Yo de este solo he visto una. Con lo poquísimoque me ha decepcionado de principio a final, merece un rinconcito en vuestralista de deseos.