El sector inmobiliario ha sido uno de los más agiles a la hora de llevar a cabo su transformación digital, un proceso que se ha visto aún más impulsado con la llegada de la pandemia. Y es que ahora, el sector está reflejando una recuperación y crecimiento importante por el interés que tienen inversores y particulares en adquirir bienes inmobiliarios. En este sentido, es imprescindible que los profesionales del sector digitalicen procesos e integren tecnologías en sus actividades diarias para poder trabajar con más eficiencia y productividad. Inteligencia artificial, Big Data, Machine Learning, Realidad Virtual y Aumentada o domótica son tan solo algunas de las tendencias que más protagonismo han ganado en este sentido.
El ecosistema Proptech reúne cada vez más servicios y herramientas cuyo objetivo es ofrecer servicios digitales para dar respuesta a las necesidades de los clientes y profesionales del sector. De hecho, los nuevos servicios digitales han hecho posible que el sector pudiera mantener una actividad relativamente normal con el estado de alarma y el confinamiento estricto vivido en el 2020. Todo ello, gracias a la posibilidad de seguir realizando actividades cotidianas a distancia a través de servicios digitales como pueden ser las visitas virtuales a viviendas, las valoraciones automatizadas (AVM) de inmuebles o, incluso, el cierre de transacciones mediante la firma de contratos online.
Pero ¿cómo se pueden aplicar estas tecnologías en la actividad del sector para dar respuesta al auge de la actividad inmobiliaria? Los expertos de Instituto de Valoraciones lo explican:
Inteligencia artificial y Big Data para una mejor atención al cliente y oferta de servicios personalizados
Ya sea para el manejo y gestión de propiedades, ofrecer atención al cliente, gestionar datos de usuarios o automatizar tareas, los profesionales del sector utilizan cada vez más sistemas y herramientas basadas en IA, Big Data o Machine Learning que les permiten trabajar de forma más eficiente y productiva, además de optimizar procedimientos y abaratar costes.
Un ejemplo claro es el uso de la inteligencia artificial para mejorar la atención al cliente a través de chatbots. Esta herramienta agiliza y aumenta la capacidad de respuesta que tienen las agencias y profesionales inmobiliarios ante las consultas de los clientes, pudiendo resolver sus dudas o incidencias a todas horas, y obteniendo información sobre qué buscan, sin necesidad de que haya un agente intermediario. Más allá, la inteligencia artificial ha traído también facilidades para la gestión de datos y la personalización de ofertas.
Por su parte, gracias al Big Data, los profesionales del sector cuentan con información clave para poder tomar las decisiones de negocio más correctas basadas en datos reales y objetivos, además de poder innovar en el negocio teniendo en cuenta las necesidades y deseos de sus potenciales clientes. El análisis masivo de datos permite, entre otras cosas, predecir, planificar y tomar decisiones, y se puede utilizar en procesos como la planificación estratégica de ciudades, la tasación y valoración de inmuebles, o en la construcción para optimizar el uso del espacio y de los recursos.
Valoraciones automatizadas de inmuebles para abaratar costes y aumentar la eficiencia a través de la tecnología
A pesar del impacto de la pandemia, las valoraciones automatizadas han recuperado su ritmo de crecimiento. Y es que este modelo de valoración aprovecha las tecnologías disruptivas para abaratar costes y aumentar la eficiencia, pues no requiere la intervención física de un tasador u otros trámites que suelen ser necesarios en las valoraciones tradicionales. Además, permite valorar diversos activos simultáneamente gracias a sistemas inteligentes que, a través del big data y la inteligencia artificial, analizan la información asociada a los activos y sus ubicaciones emitiendo una valoración adecuada. Ejemplo de ello sería SMARTA, el software líder en el mercado de Instituto de Valoraciones que no solo dispone de un algoritmo propio de cálculo para este tipo de valoraciones, sino que además cuenta con un sistema de procesamiento, análisis y representación de datos basado en big data e inteligencia artificial. Un factor que permite a la entidad de tasación ir a la cabeza en los servicios tecnológicos relacionados con el sector inmobiliario como son los modelos de valoración automatizada (AVM).
De cara a futuro, se prevé que este modelo experimente un crecimiento exponencial debido principalmente a dos factores: por un lado, los supuestos normativos en los que se admiten este tipo de valoraciones van a aumentar, y por otro, los modelos de cálculo, así como los datos utilizados, son cada vez mejores. Así, estas valoraciones se presentan ahora, y en el futuro inmediato, como un servicio muy interesante para los clientes.
Domótica, robótica y otras herramientas inteligentes para una construcción y uso de las viviendas más eco-friendly
Uno de los grandes beneficios que ofrecen la digitalización y la innovación al sector es la posibilidad de hacer más sostenibles las construcciones y uso diario de los inmuebles. Por ejemplo, instalar estaciones de carga para vehículos eléctricos en los parkings o contar con paneles solares en las azoteas para obtener energía de fuentes renovables, son algunas de las acciones que se pueden llevar a cabo en las nuevas construcciones para aumentar su nivel de sostenibilidad. Además, destacan las construcciones Passivhaus que buscan reducir el consumo energético de las viviendas. Por otro lado, en la construcción se han integrado nuevas técnicas y herramientas como la robótica, la impresión 3D o la metodología de Modelado de Información de Construcción (Building Information Modeling) para agilizar y automatizar procesos.
Por su parte, en el día a día en el hogar, contar con sistemas inteligentes en el hogar que ayuden a gestionar de forma más eficiente el consumo de energía es un factor que podría contribuir en gran medida al ahorro y a la sostenibilidad. Se trata de sistemas de domótica que ayudan a controlar el consumo de luz, agua o gas, permitiendo a los usuarios programar sus horarios, establecer la temperatura óptima y monitorizar su consumo. Todo ello con el objetivo de optimizar el gasto y reducirlo al mínimo posible.