Naturalmente hoy, olvidándose de cómo han apoyado a estos miserables, gran parte de los peperos dan marcha atrás y condenan el autobús de la transfobia. Pero, somos muchos los que no olvidamos la ligazón que el PP ha tenido con HazteOír.
Para empezar se unieron a esas manifestaciones en contra del aborto y del matrimonio homosexual, luego hay que recordar que el opusdeista Fernández Díaz, siendo ministro del PP, otorgó a esta organización ultraderechista el título de asociación de utilidad pública. ¡Lamentable!, aunque propio de ese personaje oscuro y meapilas.
Esa utilidad pública les ha beneficiado, enormemente, al no tener que pagar el IBI y gran parte de otros impuestos, además de poder optar a subvenciones y de beneficiar a sus socios a desgravarse en el IRPF. De hecho han pasado en los últimos tres años de 2000 a7000 socios y de obtener unos ingresos de 700.000 euros a los 2,6 millones.
Pero aquí no se acaba la cosa. Esperanza Aguirre y su gobierno en la C.A.M. financió a HazteOir, con todo el descaro que tiene la ex lideresa –por cierto, que a pesar de que siempre trata de opinar sobre todo, en este tema se ha callado interesadamente--, y lo hizo desde la Consejería de Inmigración, que dirigía la opusdeista Lucía Figar, dimitida por el caso Púnica.
Así es que esta marcha atrás del PP, que ahora critica a HazteOir por su campaña transfóbica, no es sino un cambio táctico ante una situación que le puede provocar problemas y pérdida de votos. Porque no se puede olvidar que esta asociación está dirigida por ‘gente encantadora’ que nació para apoyar a Aznar, y contaron con la protección de la Conferencia Episcopal cuando la presidía Rouco. Y luego fueron premiados y apoyados por Espe Aguirre y por Fernández Díaz. Sólo con estos antecedentes es para echarse a temblar.
Es vergonzoso que se le concediera esa “utilidad pública” a una asociación cuyo único fin es desestabilizar las leyes democráticas aprobadas y retrotraernos a tiempos inquisitivos. De hecho la primera cuestión que han planteado los grupos de oposición, Unidos Podemos y PSOE ha sido la de suprimir ese título la ha ayudado a expandirse.
Hay que luchar contra estos impresentables cavernícolas, capaces de llevarnos al siglo XIX, si se lo permitimos y de tratar de influir en los seres más débiles, los niños. Tienen que saber que 7000 cernícalos no pueden poner en tela de juicio nuestros valores y nuestros derechos humanos.
El Gran Wyoming, con rapidez y eficacia, ha contratacado con un autobús a favor de la identidad de género. Montémonos en él.Salud y República