El autocontrol en la infancia condiciona el éxito en la vida adulta

Por Pequelia @pequelia

Durante el proceso de desarrollo y aprendizaje que tiene lugar en la infancia los niños adquieren una serie de habilidades que serán de vital importancia a lo largo de toda su vida. No sólo nos referimos a aprender a leer o escribir o a relacionarse con su entorno, si no sobre todo aprender a relacionarse consigo mismos, mediante la adquisición de valores como el autocontrol, la meticulosidad, la autodisciplina y la perseverancia.

Según un estudio de la Universidad de Duke (Estados Unidos) dichos valores condicionan e incluso pueden predecir la salud, el bienestar y el historial delictivo de una persona en su vida adulta, independientemente del coeficiente intelectual que tenga o la clase social a la que pertenezca.

En la investigación participaron más de mil individuos en Nueva Zelanda, a los que se estudió desde su nacimiento hasta los 32 años. A partir de evaluaciones continuas por parte de profesores, padres, observadores y los propios participantes, se descubrió que el autocontrol en la infancia condiciona el éxito en la vida adulta, pues los niños que muestran mayores niveles de autocontrol a edades tempranas son menos propensos a desarrollar problemas de salud, abusar de las drogas, encontrarse en dificultades económicas o delinquir.

Una segunda muestra de la investigación analizó el comportamiento de 500 gemelos británicos no idénticos, poniendo de manifiesto que los hermanos con puntuaciones más bajas en las medidas de autocontrol a los cinco años eran más propensos a consumir tabaco, obtenían peores resultados académicos y reproducían conductas antisociales en la adolescencia, en relación a los hermanos con mayores niveles de autocontrol.

Además, los investigadores señalan que los niños cuyo autocontrol mejoró durante los años que duró el estudio disfrutaron de una vida adulta con mejores condiciones de salud, económicas y delictivas de lo que en un principio predecían sus puntuaciones infantiles iniciales. Por eso, los autores del estudio sostienen que las intervenciones a edades tempranas para mejorar el autocontrol infantil siempre beneficiarían a los niños, sin importar su inteligencia o procedencia social.

Fuente | Europa Press
Foto | Mike Baird