El Avispón Café

Por Siempreenmedio @Siempreblog

A mi moto la llamo "El Avispón Café". Se lo llamo poco, la verdad, porque me parece una estupidez ponerle nombre a vehículos. Y aun así se lo he puesto. Porque soy estúpido y porque fue lo primero que pensé cuando la vi: me recuerda al Avispón Café, aquel superhéroe animado que salía en los dibujos del Gordo Alberto.

Este pensamiento me ronda sin descanso porque llevo todo el sábado intentando inspirarme para este post. Sin éxito. He sopesado acudir a la actualidad, pero siento miedo. Las noticias, que nunca son la mejor manera de pasar la tarde, se me atragantan últimamente más de lo habitual. Ni una pandemia logró encajarme en el pecho tanto pánico como las indirectas nucleares de los rusos o el auge mundial de la ultraderecha: firmes candidatos al poder en Italia, segunda fuerza en Suecia (¡en Suecia!) y tercera en España. Ya gobernando en Hungría y Polonia (aunque parezca que nos hemos acostumbrado). Y aunque no lo llamen así, ¿qué es si no el Partido Republicano estadounidense, sobre todo después de Trump?.

Y a falta de tormentas tropicales que me distraigan (desde Barcelona no se notan los efectos de Hermine) se ha instalado en mi cabeza el hecho de que a mi moto la llamo "El Avispón Café". Como si fuera importante o algo. Se lo llamo poco, como he dicho, porque es una estupidez. Pero no puedo evitar que me evoque a ese superhéroe que salía en unos dibujos animados de mi niñez. ¿Los recuerdan? Los del Gordo Alberto. Unos dibujos animados creados y producidos por Bill Cosby. Aquel señor gracioso, simpático y de enorme éxito que resultó ser un depredador sexual acusado de al menos 60 casos de violación a lo largo de cuatro décadas. Y un personaje, el Avispón Café, que, Google mediante, he comprobado que vestía de amarillo y naranja (mi moto es negra y dorada).

¿Porque qué es el fascismo sino mala memoria? ¿Dulcificar un pasado, unas veces terrible, otras directamente inexistente, y proponerlo como única alternativa a un presente mejor?