COGAM desarrolla diferentes programas destinados a trabajadoras y trabajadores del sexo, con actualmente 1.710 usuarios, de los cuales 781 son hombres profesionales del sexo y el resto son mujeres transexuales. Todas las personas atendidas por nuestros programas ejercen libremente sus servicios y en ningún caso están siendo víctimas de proxenetismo.
Para prevenir el VIH hay que concienciar a toda la población del uso del preservativo en sus relaciones sexuales. La prevención del VIH en ningún caso se puede hacer estigmatizando intencionadamente a una profesión o sector población, como se ha hecho en la presentación de este plan, ya que la realidad es que la prevalencia de VIH en grandes ciudades en hombres que tienen sexo con hombres está entre el 15% y el 25%. Esta estigmatización, que se ha realizado desde el Ayuntamiento, no hace más que aumentar las dificultades que tenemos las ONGs en concienciar a clientes y trabajadores de la realidad del VIH.
De ninguna manera podemos admitir que desde un puesto de responsabilidad del Ayuntamiento se elija a qué parte de la población se quiere destinar las intervenciones desde el desprecio o el desdén, cuestión que cuanto menos pone de manifiesto la completa falta de ética. El Ayuntamiento debe trabajar por el bien de todos los ciudadanos, en sus políticas seleccionar la población que tiene que trabajar con criterios de idoneidad, eficacia, eficiencia y celeridad y en ningún caso puede excluir porque el comportamiento de parte de la población le parezca indigno.
COGAM entiende que el Ayuntamiento no se ha puesto en contacto con los agentes que estamos a pie de calle desarrollando programas de atención a las trabajadoras y trabajadores del sexo, por lo que parte de una realidad completamente distorsionada. COGAM está a favor de la legalización del trabajo sexual y en contra del proxenetismo y de la explotación sexual.
Esperanza Montero, presidenta de COGAM, declara “Compartimos la preocupación con la alcaldesa, Ana Botella, por la explotación sexual, pero nos preocupa que se persiga a aquellas personas que desean voluntariamente ejercer o hacer uso de la prostitución. Si el fin es , además, la prevención de VIH no entendemos por qué se están produciendo los recortes en los programas de prevención de VIH en las diferentes Administraciones”
Mario Blázquez, técnico de salud de COGAM, declara “Si los muchachos trabajan en red, ¿a quien molestan y en que repercute su labor en la vida de los ciudadanos, si su trabajo lo hacen única y exclusivamente en la esfera de lo privado? No entiendo por qué son censurables las actividades que tienen que ver con el sexo, pero si caso a un hijo mio, jovencito, con una persona bien situada y con buena posición de poder no se considera prostitución, sino que es hacer una buena boda.”
Nota de Prensa COGAM