El baby-led weaning fomenta hábitos nutricionales más saludables

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El baby-led weaning o alimentación complementaria a demanda consiste en dejar que los bebés tomen la iniciativa en la introducción de nuevos alimentos además de la leche materna. Entre sus ventajas más evidentes figura la autorregulación de los pequeños, que pasan de la lactancia a demanda a la alimentación a demanda, lo que asegura un correcto funcionamiento e interpretación de los mecanismos del hambre y la saciedad. Pero el baby-led weaning también tiene la ventaja de convertir un proceso estresante y en ocasiones demasiado regulado y reglamentado en un camino divertido, relajado y respetuoso con las necesidades del bebé.

Intuíamos también que el baby-led weaning era más saludable, porque esta filosofía consiste en ofrecer al bebé una amplia variedad de alimentos saludables y en hacerlo en la mesa familiar, convirtiendo, desde el primer momento, la comida en un momento de agradable socialización, de nutrición tanto física como afectiva.

Hoy, sabemos, que el baby-led weaning es, de hecho, más saludable ya que recientemente se ha publicado un estudio en el Reino Unido que concluye que los bebés que practican el baby-led weaning tienden a elegir comidas más saludables que los que son alimentados con purés y papillas.
"Nuestros descubrimientos señalan que elbaby-led weaning tienen un impacto positivo en la preferencia por las comidas basadas en hidratos de carbono, los nutrientes que deben suponer la base de cualquier dieta saludable (se encuentran en la base de la pirámide alimenticia)". "Los bebés alimentados con purés preferían los alimentos dulces, mientras que el grupo de bebés que practicaban el baby-led weaning prefirió los carbohidratos (aunque el grupo de bebés de cuchara tuvo una exposición mucho más elevada a las comidas con carbohidratos)".

Dado que los datos recogidos por los investigadores demostraron que la frecuencia con la que los bebés tomaban hidratos de carbono no era relevante (dado que los bebés de cuchara los tomaban más a menudo), los autores del estudio señalan que la manera en la que los alimentos son ofrecidos a los bebés puede ser el factor determinante. Así pues, si los niños comen pan, tostadas, picos, colines, etc puede ser beneficioso al ofrecer otras experiencias además del sabor (como la textura).

"Sorprendentemente, los bebés que practicaban el baby-led weaning demostraron una mayor preferencia por todas las categorías de alimentos excepto los dulces, en comparación con los bebés alimentados con purés y papillas", afirman los autores del estudio.

Menor obesidad
Otra conclusión importante de este estudio es que los bebés que practican elbaby-led weaning presentaron un índice de masa corporal (IMC) menor, que no era atribuible a diferencias en el peso al nacer, IMC paterno o clase social. Esto supone que estos bebés presentan un menor riesgo de obesidad, tanto en su infancia como en su vida adulta, debido al establecimiento de unos hábitos alimenticios saludables desde el primer momento.

"Además, el 93,5% de las familias del grupo de baby-led weaning manifesto que nunca habían experimentado ningún incidente de atragantamiento (una preocupación frecuente entre los padres)", subrayan, por otro lado, los autores de este estudio.
Más evidencias
Este estudio británico se suma a otro publicado también recientemente en Estados Unidos en el que los científicos han descubierto quecuando las madres son excesivamente "mandonas" a la hora de la comida es más probable que sus hijos sufran sobrepeso.

Esta investigación, liderada por la doctora Julie C. Lumeng se basó en la observación directa de más de 1.200 parejas madre-hijo que acudieron al laboratorio a la hora de comer a los 15, 24 y 36 meses de edad de los pequeños. En el transcurso del experimento, los científicos observaron que los niños cuyas madres les animaban a comer más cantidad tenían un IMC mayor a los tres años. Según Lumneg, los padres que presionan o animan a sus hijos a comer "un bocadito más " o una "cucharadita más" o "esto te gusta, como otro poco" están evitando que sus hijos respondan a las señales de saciedad que les envía el organismo.

Para evitar este efecto nocivo en los mecanismos naturales de regulación del organismo, Lumeng aboga por que los padres ofrezcan a sus hijos alimentos saludables, dejando en manos de los pequeños la decisión de cuánto comer: "De manera natural, los niños tenderán a comer la cantidad adecuada", concluye.

Mea culpa
Y ahora que tire la primera piedra el que esté libre de pecado, porque yo reconozco que muchas veces insisto a mis pequeños para que coman "un poquito más". Reconozco también que "me estoy quitando", pero es algo que a veces no puedo remediar y me sale solo. Eso sí, a mi favor he de decir que la mayoría de las veces les presiono simplemente para que prueben un alimento, porque muchas veces me encuentro con que les pongo el plato en la mesa y me dicen "esto no me gusta" sin haberlo probado e incluso siendo alguna receta que otras veces se han comido con gusto. En estos casos les animo a que prueben y si no les gusta no les obligo ni les animo a que coman más.
Ahora, después de leer estos estudios, trataré de contenerme en estos casos y ser algo menos "mandona".

Taller de baby-led weaning
Para los que estéis interesados en saber más sobre el baby-led weaning, solucionar vuestras dudas e inquietudes o simplemente queréis saber cuáles son las maneras más adecuadas de ofrecer los alimentos a los bebés para que estos los puedan comer por si mismos, os recuerdo que enOh! la luna realizamos talleres sobre baby-led weaning o alimentación complementaria a demanda todos los meses.