En general me gustan las películas en la que las que, de una u otra manera, se intenta indagar cuestiones históricas o culturales. Por eso quería ver El baile de la victoria. Sabía que se trataba de una historia de amor, amistad y venganza, ambientada en la época del retorno de la democia a Chile, en el momento en el que el presidente decreta una amnistía general para todos los presos sin delitos de sangre.
En ese contexto, Ángel Santiago, joven soñador, valiente y siempre feliz, sale de la cárcel decidido a llevar a cabo un ambicioso y arriesgado robo de dinero ilegal de gente cercana a Pinochet. Para ello busca e intenta convencer denodadamente a Nicolás Vergara Grey, un famoso ladrón de bancos que huye de su reputación e intenta recuperar a su familia. En el interín, Ángel se enamora de una misteriosa chica huérfana llamada Victoria, cuya única manera de expresarse es el baile. Victoria baila hermosamente pero "sólo los cisnes bailan en el Teatro Municipal". A lo largo de la película vamos conociendo poco a poco su trágica historia.
Contar más del desarrollo de la historia no tendría sentido. Sí me interesa destacar las excelentes actuaciones de Ricardo Darín, de Abel Ayala y de Miranda Bodenhofer que, sin embargo, muchas veces no alcanzan para compensar la inverosimilitud de muchas escenas, que son cada vez más en el desenlace de esta película. Una lástima...
Moderadamente recomendable
Dirección: Fernando Trueba
Guión: Fernando Trueba, Jonás Trueba y Antonio Skármeta, basado en la novela homónima de Antonio Skármeta
Elenco: Ricardo Darín, Abel Ayala, Ariadna Gil, Miranda Bodenhofer, Julio Jung, Mario Guerra, Mariana Loyola y Antonio Skármeta