Dentro de los balnearios de Cantabria probablemente la Hermida sea el balneario que mejor conjuga modernidad, con unas innovadoras instalaciones de última generación, con la tradición y la historia, ya que está comprobado que a mediados del siglo XVIII ya se utilizaban sus aguas mineromedicinales para el tratamiento y alivio de dolencias, es decir, estamos hablando al menos del año 1750. No muchos balnearios en nuestra península pueden presumir de estos antecedentes históricos.
Si queremos entender el éxito y el desarrollo que ha tenido este balneario en los últimos tiempos tenemos que analizar varios factores, el primero de los cuales es la calidad del agua de sus manantiales.
La primera característica que debe tener un manantial para que sus aguas sean declaradas como termales es la temperatura a la que manan en la superficie, en este caso no hay duda de que lo son, ya que surgen entre 55º y 60ºC. La segunda es el grado de mineralización, es decir la cantidad de minerales que el agua arrastra a su paso por el interior de la tierra, en este caso hablamos de mineralización fuerte con al menos 3gr. / L y en este caso los minerales predominantes mayoritariamente son cloro y sodio. Todas estas características hacen que estas aguas sean ideales para tratamientos de enfermedades como la artritis, la artrosis y la dermatitis, así como tomada de forma tópica para uso depurativo y diurético.
La segunda es la calidad y modernidad de sus instalaciones termales, estas forman el núcleo del balneario. Están diseñadas con las últimas innovaciones tanto de diseño como de tecnología y constan de diferentes elementos alrededor de la piscina termal, tales como saunas, duchas, pediluvios, ..... etc.
Por último y no por ello menos importante, destacamos el trato de todos los empleados del balneario que hacen siempre de nuestra estancia un verdadero placer. Desde la atención en la recepción hasta los profesionales que nos atienden en el balneario, pasando por el servicio de restauración y el de habitaciones, todos ellos se desviven por darnos la máxima atención y hacer que nuestra estancia sea un verdadero disfrute.
Todas estas características se complementan con una serie de programas termales como el anti estrés, el de relajación en pareja, o más terapéuticos como el antirreumático o el dermatológico y otros más especiales como el anti celulítico o el premamá, convirtiendo a este magnífico balneario en uno de los mejores, no solo de Cantabria, sino también de toda España.