Después de protagonizar varias fugas durante los años 2013 y 2014, el Banco Santander alcanzó un máximo anual en este último año situado en los 7,16€. A partir de aquí el aspecto técnico del valor comenzó a deteriorarse hasta el punto que el precio pasó a cotizar bajo la mm de 30 sesiones rompiendo sendos soportes que hacían prever lo peor para el banco.
En un intento de recuperar el último máximo el precio volvió al caer pero esta vez, 8 meses después de la rotura del último soporte durante los cuales el precio estuvo jugando con la media definió el camino que quería llevar al romper el soporte de los 5,45€. Desde ese momento la cotización no volvió a situarse más por encima de la mm de 30 sesiones y ha ido acumulando caídas semanales que le llevaron a cotizar en los 3,52€ que el el cierre de la jornada de ayer. De esto hace ya 6 meses.
En estos momentos el precio se está aproximándose a un nuevo e importante soporte en los 3,13€ con origen en el 2012. En este soporte podría encontrar un apoyo en el frenar las caídas. El valor se ha debilitado en gran medida los últimos meses comportándose bastante peor que la media.
Por su parte el sector bancario europeo, tal como analizamos hace unas semanas, tiene un aspecto bastante parecido al del Santander. Es un sector bajista y debilitado que anima a buscar posiciones cortas.