Los azulgrana igualan a los blancos en número de títulos y bajan los humos al equipo de Laso, que no supo resolver cuando tenía todo a favor
Fuente: As.com
El Barcelona ratificó ayer que sigue siendo el gran dominador del baloncesto español al sumar su vigesimotercera Copa del Rey y alcanzar al Real Madrid en el número de títulos de esta competición. Y en esta ocasión, el conjunto que dirige Xavi Pascual sumó un nuevo éxito cuando, extrañamente, no partía como favorito, pues su actuación en la Liga había dejado mucho que desear, mientras que el Real Madrid llegaba prácticamente impoluto y sobre la ola de la espectacularidad. Pero una vez que el preparador catalán ha conseguido conjuntar a las numerosas incorporaciones que ha llevado acabo esta temporada, ha vuelto a situar a su equipo en lo más alto. Y para que no quedara ninguna duda, derrotó a los tres mejores rivales del momento: Real Madrid, Caja Laboral y Valencia Basket.Los azulgrana ratificaron que fichan con acierto y que son capaces de superar retos como cambiar de golpe a sus tres pívots. El ex madridista Tomic y el austrliano Jawal, que comenzaron la temporada desorientados, han empezado a asentar su calidad y sus kilos en la zona, evidenciando que aportan mucho más en defensa y ataque que sus homólogos madridistas. El Barça es un club con potencial económico que no duda en invertir cuando advierte que le falta algo en la plantilla. Y eso es lo que ha hecho con la última incorporación del escolta Oleson, otro que fue defenestrado por la trituradora madrileña porque no daba el nivel exigido, pero que en el Barcelona suple con garantías al omnipresente Navarro.Y para mayor satisfacción barcelonista, se han hecho con este nuevo trofeo sin la necesidad de la aportación de su casi siempre mejor hombre, un Navarro que suma nada menos que seis Copas del Rey, aunque en ninguna ha sido elegido MVP (Mejor Jugador). Por contra, el sempiterno Pete Mickeal, asiduo en protagonizar duros castigos al Madrid, y el sobre estimulado Ante Tomic, deseoso de dejar claro que los responsables blancos se equivocaron al prescindir de sus servicios, sellaron la tumba blanca.
Fuente: estrelladigital.es
Por su parte, el Real Madrid de Pablo Laso demostró que todavía es un equipo con falta de solidez. Juega bien, espectacularmente en muchas ocasiones, pero no disfruta del empaque del Barcelona, equipo dominador en España durante las dos últimas décadas, en las que ha obtenido diez Ligas y seis Copas, por cinco y dos, respectivametne, de los blancos. Esta prestancia que suministran los continuos éxitos es otra ventaja que muestran los azulgrana frente a su también eterno rival en baloncesto. Y aunque parezca que no tiene influencia, cuenta en muchos momentos. Si bien, la mayor parte de la culpa de la derrota madridista en los cuartos ante el Barça la tuvieron los miembros del plantel blanco, incluido su técnico, Pablo Laso, poco acertado en las últimas decisiones de la primera prórroga, en la que los de la capital enterraron sus opciones.Porque no es de recibo que cuando un equipo gana por tres puntos a falta de siete segundos, Mirotic cometiera una falta en medio del campo a Lorbek, que estaba sufriendo una barbaridad para subir el balón, en vez de seguir apretándole para que forzara un tiro de tres que, como mucho, empataba el partido, o hacer una falta cuando se acercara a la línea del triple. Pero no quedaron ahí las imprudencias madridistas, pues Pablo Laso no creyó oportuno introducir a dos pívots para asegurar el rebote en el segundo tiro libre del cuatro barcelonista, que todo el mundo sabía que iban a ser lanzado a fallar y tener la única opción de ganar el choque cogiendo el rechace, estrategia superconocida que les dio fruto. El técnico vasco debió suponer que si Begic o Hertsheimeir cogían el rebote y les hacían falta, ninguno de los dos sumaría nuevos puntos desde la línea de tiros libres. Craso error que le costó el título, porque ese choque, como se demostró, sí que era la final anticipada.
Fuente: marca.com
Para mayor preocupación madridista, resaltar que no surtió efecto la estrategia de Pablo Laso de situar en cancha a sus hombres bajos (Llul, Rodríguez, Rudy y Carrol) para que sumaran en los uno contra uno. Es más, en las dos prórrogas se olvidaron por completo de que tienen en sus filas posiblemente al mejor triplista de la competición, el estadounidense Jaycee Carrol, y fueron incapaces de elaborar bloqueos para que se las jugara con ciertas garantías. Todo apunta a que es un corral con muchos gallos, en el que el norteamericano no ocupa el palo más alto. Y, de momento, tampoco es propiedad de Rudy Fernández, quien todavía tiene por delante el reto de demostrar que es un alero que gana títulos, y no solo millones de euros.En cuanto al resto de participantes, señalar que el Valencia Basket aprovechó el sorteo para alcanzar la final, donde evidenció que está todavía bastante lejos de los dos grandes. Pero cumplió con lo esperado, aunque bajara los brazos antes de lo debido. Igual papel representó el Caja Laboral, a quien en esta ocasión no le fue suficiente disputar los choques en su casa. Cayó como era de esperar ante el todopoderoso Barcelona, quien una semanas antes le arrebató con mucho dinero a uno de sus mejores hombres, Oleson. Esto le restó potencial y se lo dio a los azulgrana, lo que suministró mayor diferencia en las semifinales. Por su parte, Estudiantes, CAI, Lagun Aro y CB Canarias cumplieron decentemente con su papel de comparsas, en especial los isleños, que alcanzaron las semifinales, un hito para ellos. En realidad, era un premio para todos por su buen papel en la Liga ACB, donde el duelo Barça-Madrid se vislumbra espectacular y emocionante.