Grimau levanta la Lliga Catalana -EFE.
Dice Fernando Verdasco que Rafa Nadal es una “auténtica trituradora” capaz de deprimir y desgastar al máximo a sus rivales. Una definición que también se mereció el Barça del año pasado y el que se llevó el primer título oficial, la Lliga Catalana, con su mejor versión, aplastando por 95-79 a un DKV Joventut muy inferior desde el principio. Terence Morris, el jugador imperturbable, fue nombrado MVP tras sus 17 puntos, ocho rebotes y cuatro asistencias en una final disputada en el Palau en las que los azulgrana llegó a ganar por 28. El máximo anotador fue Henk Norel con 21, el mejor de un conjunto de Pepu Hernández lleno de caras nuevas y que necesita días para acoplarse. “Y no se nos pueden ir de tanto. Necesitamos mejorar los inicios”, valoró el capitán Pere Tomás.Mientras Roger Grimau levantaba la Lliga Catalana, Gianluca Basile hablaba para Canal 33 y soltaba, con razón, un tópico inalterable: “Empezar bien nos dará confianza”. Al contrario del partido de semifinales ante el Assignia Manresa, el Barça tuvieron una gran actitud y un tremendo porcentaje de acierto, con cuatro triples en el primer cuarto (25-15), dos de ellos de Morris. El DKV Joventut sólo se resistió hasta el 10-7 (a los 3m 03s o el 12-9 a los 4m 12s) tras un tiro de tres de Carl English, autor de sólo cinco puntos. El canadiense, ex jugador de Gran Canaria 2014 y Caja Laboral, tiene que ser el referente exterior de un grupo que cuenta con dos jóvenes valores al punto de cocción: Josep Franch y David Jelinek, los dos artífices de la reacción visitante en el tercer cuarto junto con Norel. Una tripleta que mejoró la imagen del DKV Joventut en la segunda parte, que de perder por 28 (59-31 a los 23m 17s) rebajó la diferencia a más de la mitad (87-74 a 2m 41s).
Fran Vázquez, recuperado
A la Penya le faltaron muchas cosas: frescura, intensidad y recursos, obligada como estuvo durante gran parte del partido a reducir su ataque a la parte izquierda de la pista. El Barça defendió con oficio –los visitantes tardaron dos cuartos y medio en realizar su primer contraataque– y encontró demasiadas facilidades en ataque, tanto para robar pelotas como para lanzar triples sin oposición. Pete Mickeal se divertía mientras sus rivales acumulaban piedra tras pierdas fallando lo increíble para llegar al descanso perdiendo por 50-29 tras la aparición de Fran Vázquez. Recuperado de una gripe, el pívot azulgrana acampó en la zona para hacer las canastas más vistosas ante Quinton Hosley o Will McDonald fuera de foco. También sería protagonista en el último cuarto acumulando tres personales seguidas en tres minutos, en los momentos de más relajación de su equipo.
Olvidado su mediocre Mundial, Ricky Rubio se pareció al base del curso anterior. Ese jugador atento, solidario y muy físico que brilló en su primera temporada con los azulgrana. Ricky volvió a destacar ante su ex equipo en una final que sirvió también para homenajear a dos personajes claves para el baloncesto catalán. Al presidente de la Federació Catalana, Enric Piquet, que dejará su cargo en noviembre, y al periodista Jaume Rius, un ejemplo de implicación y dedicación para las nuevas generaciones y para los veteranos. El periodismo de raza y denuncia está en crisis desde hace demasiado.
Barça (25+25+23+22) 95: Sada (3), Basile, Mickeal (17), Morris (17) y N' Dong (7) -quinteto inicial-, Ricky Rubio (11), Navarro (11), Lakovic (5), Perovic (8), Vázquez (8), Grimau (2) y Lorbek (6). DKV Joventut (15+14+25+25) 79: Robinson (9), Hosley (6), English (5), Trias (6) y McDonald (9) -quinteto inicial-, Franch (6), Norel (21), Pere Tomás (7) y Jelinek (10).