El Fútbol Club Barcelona cuenta con una nueva peña muy particular en la ciudad francesa de Castelnau-le-Lez: su objetivo es reunir a masones regulares que compartan la afición por este club de fútbol.
Fraternité Blau Grana ha sido inscrita oficialmente por la Prefectura de l'Hérault en el Registro Nacional de Asociaciones de la República Francesa con el número W343019899.
La fundación del Barça tuvo estrechos vínculos con la Masonería. El más importante tiene que ver con el origen de sus colores, que algunas teorías atribuyen a la Masonería. En una de las salas de la Biblioteca Arús, uno de los centros de estudio más importantes sobre la Masonería en Barcelona, se conserva un dibujo de la Respetable Logia Avant donde puede verse su escudo de franjas azules y rojas coronado por la escuadra y el compás. A esta Respetable Logia, que tuvo un papel relevante en la difusión de la Masonería en Cataluña en el siglo XIX, pertenecía Émile Gaissert, delegado de la compañía de seguros Zurich en Barcelona, masón y pariente del fundador del Barça Hans-Max Gamper, que se alojó en su casa de Sant Gervasi cuando llegó a la ciudad.
Al menos dos jugadores del Barça han sido masones. El primero, Sagi, que jugó en el primer equipo durante los años 20 y 30. También el escocés Steve Archibald, que formó parte del equipo que, dirigido por Terry Venables, ganó la Liga 1984-85.
Mucha gente desconoce que el fútbol moderno nació en la Taberna de los Francmasones de Londres. El 26 de octubre de 1863 tuvo lugar la reunión en la que se redactó el primer reglamento del fútbol actual, que lo alejó definitivamente del rugby, y se constituyó la Asociación Inglesa de Fútbol. Equipos como el Manchester City o el Liverpool fueron sostenidos en sus orígenes por Respetables Logias.
Fuente: El Oriente