Palomares se lanza al mar y es tragado por la corriente del barco.
Ramiro ve atónito como Palomares, después de rezar sus oraciones, coge impulso y se lanza al mar. Rápidamente, comienzan con las maniobras necesarias para acudir en su rescate pero el joven sacerdote no sale a flote, la corriente del barco se lo ha tragado. Gamboa y Ramiro por fin divisan algo: el cuerpo inerte de Palomares, flotando a la deriva. ¿Ha querido suicidarse Palomares? ¿Ha perdido definitivamente la fe? ¿Conseguirá sobrevivir?
Todos los aparatos electrónicos del barco se han puesto a funcionar de repente, en plena noche y sin motivo aparente. Es como si hubiesen chocado contra una torre de alta tensión y bastantes mandos electrónicos se han estropeado con los cambios de voltaje, dejándoles en una situación bastante precaria: no hay luz, radio, radar, no tienen el control del timón. Lo peor de todo es que son conscientes de que esto es algo más que una mera subida de tensión.