Empezar este post con recordando ese momento de mi infancia, en el que mi madre, me ordenaba guardar mis juguetes en el baúl de los juguetes, sería mentir. Mi madre me dejo por imposible a eso de los 5 años, no llegamos a tener un baúl de los juguetes. Seguramente mi madre llegó a la conclusión que sería una inversión inútil, viendo la poca pasión por el orden de su vástago.
Unas décadas después me fabricado un baúl de los juguetes, algo diferente, en su interior no hay coches de policía, piezas de lego o ceras de colores. Mi baúl guarda vibradores, consoladores, bolas chinas, masajeadores y otros ‘sex toys’… he empezado por los que se pueden usar en pareja, alguno ha aparecido en mis relatos, ¿Os acordáis de aquella mañana lluviosa con Julia?.
Como en muchas otras cosas, la percepción que tenemos de los juguetes eróticos ha cambiado mucho. El marketing ha ayudado, no cabe duda, pero creo que por fin nos hemos ido deshaciéndonos de tabús y alguno de nuestros miedos, especialmente el genero masculino.
Os invito a conocer El Baúl de los Juguetes, no es un tienda, pero hay enlaces donde los podéis adquirir, y si hacéis me ayudaréis a mantener este blog.