Lunes, 5 de Octubre de 1992.- Quinta Conferencia de Prensa.
Escuchar al divo era algo casi tan importante como verlo jugar. Con casi 50 años, Bobby Fischer ya no iba a inventar la "penicilina" ajedrecística, pero los grandes aficionados queríamos ver cómo se encontraba y cuáles eran sus principales pensamientos...
Presentaban a Bobby como el Campeón del Mundo y a Boris como excampeón.
¿Y qué?.
Spassky comenzaba diciendo que la clave del comienzo del Match fue la sexta partida desaprovechada por él (de haberla ganado hubiera conseguido entonces la tercera victoria consecutiva). Alegaba que se sentía en aquellos momentos muy cansado.
A Bobby Fischer, Yury Vasiliev de Izvestia Moscow, le anunciaba que la editorial rusa le iba a pagar por los derechos de autor de su libro Mis sesenta partidas memorables, cuando fue publicado en la entonces ya ex-U.R.S.S., sin que Fischer recibiera un céntimo por ello. Bobby le contestó a Vasiliev que quería analizar la carta donde lo decía (como siempre, ¡desconfiado!).
El "genio" ante la pregunta de otro periodista desmintió que hubieran negociaciones para jugar un encuentro contra Judit Polgar. En realidad, nunca más volvería a jugar al Ajedrez (!?).
Ya con más calma, Fischer volvió a recordar a todos su heroica predisposición para jugar al Ajedrez desde el principio de la partida hasta el final de la partida (si la misma se alargaba) - !! -, en referencia a lo sucedido en la 14ª partida, donde como ya explicamos, ofreció tablas en la jugada decimoquinta con la única pretensión de volver jugar, acto seguido y en la misma tarde, otra nueva (la 15ª), pero obviamente con los colores cambiados (!?).
De haber vuelto a nacer, Bobby indicó que la profesión de ajedrecista era maravillosa (!!).
Fischer, como no podía ser menos, volvió a arremeter contra Kaspárov, pues él no reconocía a nadie posterior que pudiera ostentar el título de Campeón del Mundo. Como ya también comentamos, se puede jugar un Match a diez victorias (sin contar las tablas) siempre y cuando haya predisposición de jugar al Ajedrez (en serio) por parte de los grandes maestros participantes (nada de tablas cortas que no llevan sino a alargar la lucha innecesariamente).
Bobby no creyó demasiado en el rating ELO, sistema usado por la F.I.D.E. (Federación Internacional de Ajedrez) para medir la fuerza de un ajedrecista. La realidad es que hoy sabemos que dicho ranking está claramente inflado, sin que la Federación Mundial haga nada por remediar tremenda debacle inflacionista.
Agradeció poder jugar no sólo en Sveti Stefan sino también en el Centro SAVA de Belgrado, ante miles de aficionados, a los que valoró por su apoyo (!?).
Y terminó Bobby aquella rueda de prensa volviendo a reiterar lo que ya sabíamos. Los grandes aficionados, que lo encumbramos, habíamos favorecido con nuestra actitud, que el genio se convirtiese en lo que luego fue. Fischer no lo dijo entonces claramente, pero todos intuimos que se refería a que ¡sólo él y nadie más! podía ser considerado como el MEJOR JUGADOR DEL MUNDO DE TODA LA HISTORIA DEL JUEGO-CIENCIA (¡desde la época de los egipcios!).
Leontxo García fue el único periodista que escribió aquel día sobre la rueda de prensa y por eso añado aquí su recorte de El País, junto a una bonita foto de portada, aparecida en la popular revista española OCHO X OCHO.
Como ya saben, estimados lectores, este material está sacado con mucho cariño para todos ustedes, de mi sensacional "baúl de los recuerdos":
(Para leer adecuadamente el recorte, haga "click" sobre él):
Queridos amigos, quedaba entonces por ver que Robert James Fischer, tras aquel Match, encontrara una salida a su vida...
Angel Jiménez Arteagaaarteaga61@gmail.com