25ª partida.- Miércoles, 28 de Octubre de 1992.
Después de cuatro días de descanso, motivado por la cuarta solicitud de "bye" de Boris Spassky, que se encontraba renqueante, se reanudó el encuentro y Bobby Fischer consiguió una bella victoria en una de estas luchas temáticas de enroques en flancos opuestos.
Fischer, fue mucho más contundente y dispuso sus fuerzas para atacar por el flanco de rey, donde el monarca de su oponente, tuvo que rendirse al fuerte asalto al que fue sometido por el genio del Ajedrez.
De este modo Bobby conseguía brillantemente su novena y penúltima victoria del Match (¡en sólo 25 partidas!) lo que significaba un éxito absoluto del sistema de jugar a DIEZ VICTORIAS sin contar las tablas (!?).
Veamos lo que comentó la prensa española del momento sacada de mi sublime "baúl de los recuerdos":
(Amplíe los recortes de prensa que desee leer bien, haciendo "click" sobre los mismos)
De limpia partida de ataque calificaron el cotejo los maestros Romero y Carpintero:
Los 365 millones de pesetas equivaldrían ahora a 2,19 millones de euros:
La columna de Román Torán:
Como ya hemos dicho, lo del empate a nueve, ya no tenía sentido para Bobby y no se añadió en el reglamento del Match. El, una vez, consideró que la cláusula esa de retener el título contra Kárpov (en 1975) de haberse jugado aquel otro Match, era para contrarrestar la otra que se ponía en 24 partidas de que el empate a doce, daba el título al campeón (Botvinnik se había beneficiado dos veces, contra Bronstein y contra Smyslov). No obstante comentaba Fischer entonces, que para el reparto correcto del premio en metálico sí había que jugarse tras el empate a nueve puntos, a por otra victoria más...
El ataque de Fischer fue de lo más bonito y temático conocido en este tipo de posiciones que se dieron:
Y cerramos crónica con los comentarios del programa informático holandés, THE KING, uno de los módulos punteros de entonces:
Queridos amigos con aquella gran victoria que dejaba el marcador en un nítido 9 a 4; Robert James Fischer, que no había solicitado ningún día de descanso adicional, de los cuatro a los que tenía derecho para las 30 primeras partidas(!?), ¡había tocado el CIELO!, para el beneplácito de todos los grandes aficionados al Ajedrez que tanto lo hemos echado en falta desde que abandonó el juego-ciencia en 1972, cuando vemos tantas tablas cortas o juegos soporíferos e insípidos entre los acomodados maestros de élite, surgidos tras el "auténtico" genio del tablero:
Angel Jiménez Arteagaaarteaga61@gmail.com