Pero antes de seguir escribiendo, quiero dejar claro que no soy Cuentacuentos profesional, ni he estado media vida practicando este maravilloso arte... Pero si que lo he hecho en algunas ocasiones, y ha ido bastante bien. O al menos he conseguido que el niño/a se animé a leer, que eso es mucho. A más a más de pequeña utilizaban esta técnica para animarme a leer y apotenciar mi imaginación.
Ahora si, ¿queréis adentraros al baúl mágico?
¿Qué debe contener nuestro baúl? Los Cuentacuentos profesionales tienen un sinfín de objetos, de lo más variopintos, (hay Cuentacuentos que cuando viajan por el mundo o a ferias artesanales, compran verdaderas obras de arte para sus actuaciones) pero como en este caso es para utilizarlo en casa tampoco es necesario que compremos cosas. Por ejemplo los peluches o títeres que utilicemos, los podemos hacer nosotros o se pueden utilizar algunos viejos de cuando éramos más pequeños; siempre es más atractivo eso que comprar uno nuevo en unos grandes almacenes, que son todos iguales y no son únicos.
Pero a parte de esto, ¿qué más podemos añadir? ¡Aquí os lo muestro!
Como podéis ver son cosas que tenemos en casa ¡así que no os costará ni un céntimo! Cuando tengáis todo esto, es el momento de llamar la atención de los pequeños. ¿Cómo? Mostrando el cofre, baúl, etc. pero sin decir que contiene dentro, dejarlo a la vista del niño o niña para que tenga ganas de curiosear y entonces decirles que no pueden abrirlo bajo ningún concepto. Así seguramente, picados por la curiosidad, quieran abrirlo para saber que esconde dentro y poder conocer todos vuestros secretos.
Pensad que esto es para niños pequeños, pues son los más influenciables con objetos ''mágicos'' o cosas secretas. Los adolescentes, por lo que he leído en libros sobre como ser Cuentacuentos y demás, explican que ellos como ya han dejado de lado las creencias en la magia, prefieren otro tipo de historias. Así que no se si podría ser valido para ellos también...
De momento este es el primer paso para empezar a contar cuentos en casa. En la próxima entrada os explicaré como podemos utilizar estos objetos para fomentar a la lectura y, ya de paso, a la imaginación de los peques y a la nuestra propia.
¡Espero vuestros comentarios, devoradores!