¿Qué pensarán las madres, los padres, los hijos de los mártires de la voladura del avión que fue explotado en las costas de Barbados cuando vean a este supuesto “defensor de derechos humanos” abrazado a quienes planificaron, dirigieron y ejecutaron ese acto?
Le sugiero que no confíe, pues él está volando y puede ser víctima, él también es “negrito cubano” y en su casa tiene a su mamá, en Camajuaní a una pequeña, que nunca perdonarían su pérdida por estar jugando con aquellos que se entretienen con el explosivo C-4.
Este día 6 de octubre, no podrá evitar que le silben los oídos y si no fuera un mercenario, escucharía en silencio el dolor de los que llenos de felicidad venían a su casa y también oiría el lamento de los padres, las madres, los hijos y todas las familias que jamás olvidarán este crimen.
Escribo porque ese día, yo fui como aquel niño de 10 años, que estaba esperando a su padre… amaneció. No llegó. Nunca más lo vio.
Julio Fleites Velázquez
Cuba no olvide el Crimen de Barbados por izquierdainternacionalist