Desde el cielo, Pastora
1¿Quiénes forman el rebaño de María? Todos los hombres, los hijos de la Iglesia... Esas sus ovejas son perseguidas. Corren riesgos de mil clases; y María desde las alturas del cielo como Pastora desde su cabaña, las contempla, y acude solícita cuando las ve en aprieto.
2Ovejas extraviadas tiene muchas la Virgen. El error, el pecado, el vicio. Hay errores inocentes, pero hay errores gravemente culpables... El pecado es feo, pero se disfraza y arrastra a muchos. el pecado convertido en hábito es el vicio y subyuga y domina. a las ovejas descarriadas las busca María”.
Escritos autógrafos del siervo de Dios. Volumen VIII. Fascículo 12, página 32.
Glorias de su Pastorado
“... Siempre es consolador recordar las misericordias y las glorias de María, y no llevaréis a mal que aún repitiendo cosas dichas os diga que la proclamación de Pastora honra a María, ha alentado a los hombres y ha enriquecido al Corazón de Jesús.
1Títulos que dan las escrituras a Jesucristo: Maestro, Salvador, Rey, Padre, Pastor. Vive para las ovejas, trabaja y se afana por las ovejas, y por las ovejas muere...
2Los hombres somos el pueblo de Dios. Jesucristo vino a formarse un pueblo. Somos los alumnos de la escuela de Cristo: “No tenéis otro Maestro”. Somos su familia: “Cuando oréis...” somos el rebaño: “Pusillus grex”. Enemigos tiene estas pobres ovejas; las enfermedades (personas), los precipicios (escarpados caminos del mundo), el lobo (Satanás con sus garras). Jesucristo Pastor, basta con él. Mas convenía que se asociara una Pastora, para salvar por misericordia a las ovejas que debían poseer en rigor de justicia...
3El Pastorado de María ha enriquecido al Corazón de Jesús.Esta es la casa de Dios. Casa de Dios es el universo. Casa de Dios es el Corazón de Jesús. Gloria et divitiae. El esplendor de la Divinidad que allí mora. El amor que allí reside con sus engendros y creaciones. Pero son además su riqueza las almas; la santa avaricia del Corazón de Jesús. Y la Pastora Divina las atrae, las conduce, las entrega al Pastor Divino”.
Escritos autógrafos del Siervo de Dios. Volumen VII. Fascículo 4, págs. 1-4.