Empezamos el tercer siglo de nuestra patria, hace pocas horas, disfrutando un espectáculo de Les Luthiers desde la Plaza Vaticano, frente al Teatro Colón. Fue muy grato, comenzamos con una sonrisa lúcida.
Me pareció simbólico, y me quedé pensando en lo que significa la obra de Les Luthiers y lo que podían inspirarnos en este momento en el que el amor a la patria se revitaliza con el atractivo de los números redondos. 200 años de identidad nacional independiente con, todavía, muchos desafíos por delante.
Les Luthiers es un grupo musical, tradicional, que trascendió las fronteras, mereciendo nuestra admiración al igual que la de públicos del exterior. Siempre buscó la excelencia, sus integrantes son músicos destacados con habilidad para conquistar a grandes auditorios: populares y elitistas a la vez. Su fino humor hace que cada performance sea una fiesta para los sentidos, al son de buena música, sus ocurrencias generan la magia de hacer que todo lo que nos rodea quede en suspenso, abriendo paso al humor. Se ríen de sí mismos, todo el tiempo. Son creativos, diseñan instrumentos musicales con elementos insospechados. Desafían al supuesto sentido común. ¿Un instrumento de cuerdas con una lata de jamón en conserva? Sí, el Latín. ¿Un instrumento de vientos con tubos de ensayo rellenos a distinto nivel con silicona? Sí, el Tubófono silicónico cromático. ¿18 pelotas de handball acomodadas a modo de teclado? Sí, el Bolarmonio. Finalmente, a lo largo de su larga trayectoria, se han sobrepuesto a la pérdida de miembros claves muy talentosos y admirados. Se suman nuevos integrantes, respetuosos del pasado, conscientes de lo que les toca aportar, en armonía con la obra que los trasciende.
Brindemos, hoy 9 de Julio de 2016, porque logremos ampliar nuestra mirada reconociendo las oportunidades que tenemos como país en el mundo de hoy, para crecer y hacer que nuestros hijos y nietos vivan en una sociedad más inclusiva. Propongo seamos creativos superando los límites, reinventando lo que tenemos a nuestro alcance sin nostalgias, mirando para adelante, conscientes que todos y cada uno de nosotros somos protagonistas. ¡Riámosnos de nuestras torpezas! Juntos y en diversidad, podremos producir un conjunto armónico y de excelencia, como Les Luthiers, combinando este piano de cola y el bolarmonio... Feliz Día de la Patria!