Bajo el título de “El Borbah” se recopila un conjunto de cinco historias de extensión variable que Burns realizara para su publicación en la revista RAW a principios de los ochenta protagonizadas por un enorme, grotesco y malhablado luchador enmascarado, fumador empedernido y aficionado a la comida mexicana, que ejerce de investigador privado en los más bizarros y sorprendentes casos. Aunque Burns se inspiró en la fascinación que los combates de lucha le producían desde su infancia logró una obra con personalidad propia, ecléctica e inclasificable que encierra ya muchas de sus notas características que aparecerán más desarrolladas en su obra posterior.
En ese escenario alucinado y decadente se mueven los personajes característicos de Burns, monstruos solitarios, tristes y confusos que demandan la complicidad del lector para recuperar una humanidad que se refleja en sus motivaciones a través de sus aspiraciones y temores -reproducirse, escapar a la muerte, amor, venganza…- que se contraponen con la conducta del brutal Borbah que en su simplicidad materialista no les entiende y sólo logra pírricas victorias en sus investigaciones. Burns no tiene empacho para incorporar en su realidad deformada astillitas de crítica social a través de lo que es un negrísimo y desencantado análisis metafórico para denunciar el abuso de las multinacionales y los poderosos que acaban finalmente saliendo indemnes de sus conspiraciones sin que los individuos encarnados en el enmascarado e incorruptible El Borbah podamos hacer más que encogernos de hombros tras un cigarrillo y una cerveza.
En cuanto a la edición, no entiendo la decisión de La Cúpula de recuperar esta obra de Burns en un formato similar al de los “absolute” y presentarla como definitiva. La tapa dura y el aumento la calidad del papel y el tamaño de reproducción no beneficia necesariamente la presentación de una obra cuya naturaleza anticonvencional está ideada para su reproducción en un formato desechable, popular y económico, eliminándose incluso los artículos del propio Burns que aparecían en ediciones anteriores. Doctores tiene la Iglesia pero no creo que este sea el medio para presentar a nuevos lectores una obra de estas características.