Sí, ahora que ha llegado el frío (al menos a mí que me encuentro fuera de España) es el momento de pensar en poner de nuevo la mesa de camilla con su brasero y pasarse las horas allí metido.
En Japón ocurre exactamente lo mismo y no me refiero solo al frió. Si nosotros tenemos el típico brasero, ellos tienen algo muy parecido que se llama Kotatsu.
Estoy seguro que si conocéis la cultura japonesa habréis visto alguna vez un kotatsu ya que es muy común verlo en las casas japonesas. Antiguamente esta era la mejor forma de calentar una casa debido a que estas no tenían apenas ningún tipo de aislante térmico, (exactamente igual que en mi casa) con el kotatsu podían mantener una buena temperatura y de una forma económica.
Al igual que con el brasero, uno puede echarse una siesta ahí, aunque a mí me parece más cómodo el invento japonés que el que se usa por aquí.
Si quieres montar tu propio kotatsu pues lo único que necesitas es un brasero común, una mesita baja (también hay para mesas al estilo occidental pero no queda igual) a la que puedas acoplar este brasero.
Una vez hecho esto, puedes poner el kotatsu (la mesa y el brasero) encima de una alfombra o un futón (más auténtico) y por encima de la mesa colocas otro futón más grueso que será con el que te arropes.
Por supuesto, tener un kotatsu atrae los amigos y las mascotas y una vez que entren allí será muy difícil echarlos. Mi perro por ejemplo cuando llega el invierno me mira y cuando le pregunto qué quiere, corre al brasero y le da un golpe como diciendo “Ponlo ya que tengo frío”.
Una vez que se acopla al brasero ya no hay forma de sacarlo de allí, más o menos igual que la mascota kawaii de la foto