En la edición digital del economista de 15 de diciembre de 2012 leemos el siguiente titular Clamor empresarial: "No tenemos culpa de la mala gestión" e informa que proveedores de Comunidades y Ayuntamientos siguen asfixiados, víctimas de la morosidad pública. Cuando aún no ha pasado un semestre desde que se acometió el plan de pago a proveedores de las autonomías, y menos aún desde que se implementó el de ayuntamientos, y la bola de impagos ha vuelto a crecer como si de nada hubiera servido lo ocurrido.
El titular no nos sorprende a quienes diariamente asesoramos a empresas y profesionales sobre la forma en cómo deben defenderse ante el impago de las facturas por las Administraciones Públicas y humildemente creemos que justifica la existencia de nuestro blog.Aunque en próximos post detallaremos cómo ha funcionado en la práctica el mecanismo de pago a proveedores en las entidades locales y el FLA (Fondo de Liquidez Autonómico), ahora centramos nuestra reflexión en la información del Economista que asegura que la bola de impagos ha vuelto a crecer como si de nada hubiera servido lo ocurrido. La información es cierta e incluso algunos proveedores que en determinadas Comunidades cobraban en unos plazos razonables ahora cobran con mucha mayor demoraEn su momento ya advertimos algunos, que aunque el mecanismo de pago a proveedores suponía para miles de empresarios ver salir el sol en la noche económica, debía acompañarse de un cambio de filosofía en los gestores públicos.Cuando los análisis técnicos alertaron de que la caída de la recaudación no se debía a circunstancias coyunturales, todas las Administraciones Públicas siguieron gastando; simplemente dejaron de pagar arrastrando a la ruina a miles de proveedores del sector público.La pronunciada caída en la recaudación de recursos públicos de los últimos meses ha reabierto la brecha entre Ingresos y Gastos con el aumento de nuevo de la morosidad.En el ámbito autonómico, la deudas a proveedores sanitarios ha representado un 90% de las deudas que han entrado en el mecanismo de pago a proveedores y han terminado dejando exangües los flujos de las cajas tesoreras autonómicas.
¿Se le ocurre a alguien ya quien está en realidad financiado nuestro sistema sanitario?