El Budapest comunista

Por Tierrasinlimites @tierrasnlimites

En Hungría, en la época comunista, existían varios tipos de pasaporte. Para moverte dentro de los países del Pacto de Varsovia se utilizaba el pasaporte rojo. Si querías salir fuera de la órbita comunista necesitabas conseguir un pasaporte azul. Para ir hasta Yugoslavia, el documento también era rojo pero, en este caso, con un sello azul. Son detalles de la época comunista húngara que se pueden descubrir en un viaje a Budapest.

Dinero, pasaportes, libros… y demás objetos de la época comunista

Desde 1945 -año en el que terminó la Segunda Guerra Mundial-, hasta 1989 – la caída del Muro de Berlín-, Hungría fue comunista. 44 años que se reflejan en su capital. La historia se percibe en algunas construcciones, aunque para ver las estatuas de aquella era, hay que ir hasta Memento Park, porque, en cuanto se acabó el comunismo, se dieron prisa en retirar todos los monumentos que pudiesen hacer apología de aquella época.

Otro museo, la Casa del Terror, en la Avenida Andrássy, equipara comunismo y nazismo y refleja el horror que vivió la población con ambos regímenes.

Más amables son las visitas guiadas por la ciudad, un recorrido que sirve para ver lo que no se percibe a primera vista. Los guías suelen ser locales que, o bien han vivido en la época comunista, o bien tienen anécdotas de familiares cercanos. El paseo, por la parte de Pest, dura unas dos horas y pasa por lugares emblemáticos de la ciudad que sirven como excusa para contar la historia y la vida en aquellos años. En la antigua estación de autobuses la guía nos explica cómo se podía salir del país; la sede de la televisión sirve de excusa para hablar de propaganda soviética; frente a la Basílica de San Esteban, nos cuenta cómo era la relación entre el poder de la iglesia y el gobierno,… y paseando por algunas calles nos señala los restos de metralla en las fachadas. Como colofón, en el interior de un bar, se pueden ver documentos, juegos, fotografías, mapas, monedas, etc. de la época comunista.

La visita con “Free Walking Tours Budapest” es gratis, pero se suele dejar propina al finalizar el recorrido. El “tour comunista” de momento solo está disponible en inglés, pero tienen visitas guiadas más genéricas en español. Una buena forma de empezar un viaje a la ciudad ya que te suelen recomendar “bares de ruinas”, restaurantes, balnearios… (o puedes preguntar por ellos).

Metralla en fachadas de Budapest

La Basílica de San Esteban, mide lo mismo que el Parlamento. Se pretendía escenificar la igualdad de poderes, pero en la época comunista, al parlamento se le colocó en lo alto una estrella roja para manifestar su superioridad.

“Free walking tours Budapest”, frente a la antigua estación de autobuses.

Un buen recorrido si se va a Budapest, ya que para entender la ciudad conviene no obviar 44 años de historia.