El buitre. Gil Scott-Heron

Publicado el 16 junio 2015 por Revista PrÓtesis @RevistaPROTESIS
Cuatro puntos de vista que convergen en la figura del muerto

El cadáver de John Lee, un pequeño traficante de la zona de Chelsea en Manhattan, aparece con claros indicios de haber sido asesinado. El misterio que provoca esta muerte se irá desvelando a lo largo de esta novela, desde cuatro puntos de vista diferentes, que convergen en la figura del muerto, pero que desde su propia óptica, nos irán dando informaciones sucesivas, y a veces contradictorias sobre la vida y circunstancias de un negro en la Gran Manzana en 1969.

El que el relato se nos ofrezca desde cuatro voces distintas, desde pequeños traficantes, a los pandilleros puertorriqueños, pasando por miembros de los panteras negras, nos obliga a un continuo ejercicio de reanálisis de la figura del asesinado, y de las circunstancias que derivan en su asesinato, lo cual da un ritmo a la novela casi hippnotizante, pues nos lleva a un continuo ejercicio de acercamiento y alejamiento del objeto de esta investigación, mientras que nuestra impresión es cada vez más rica y compleja.intentando huir del guetoY mientras se nos van contando las distintas historias de John Lee, se nos muestran los variados grupos sociales y étnicos que luchan por sobrevivir con más o menos dignidad en algunos barrios del centro de Nueva York, con sus historias de fracaso y de supervivencia en demasiadas ocasiones desesperadas y desesperantes. Porque esta novela además de un gran thriller de intriga, es un relato del ghetto, y se nos mostrará cómo la vida en él es realmente dura, y de los intentos de fuga del mismo, pues el gueto se convierte así en una cárcel sin barrotes, un lugar donde la escapatoria no es posible.Y además la novela está escrita con un estilo fantástico, con un juego de pinceladas de las diversos escenarios tanto físicos, como sociales, que nos permite ir recreando un mundo y unas gentes muy diversas, y contando historias personales que impactan por su humanidad y crudeza.Este ir y venir de la profunda vivencia personal, a la crónica sociológica, se va desplegando con suavidad, pero con una intensidad, que hace de esta lectura, algo que absorbe y engancha desde su impactante comienzo, hasta su sorpresivo final. Hay que agradecer a la editorial que haya rescatado del olvido esta magnífica novela negra, llena de afanosos negros, pero que nos relata muy negras historias. Un espléndido libro.

Hoja de lata, 2015 Compra en Casa del Libro
José María Sánchez Pardo