El burro

Publicado el 26 junio 2018 por Monpalentina @FFroi

(IV.8).SIMBOLOGÍA ZOOMÓRFICA.


Como Lucio, el asno, de Apuleyo, ha padecido nuestras propias nociones equivocadas de necedad y nuestro trato cruel y brutal. Sin embargo, casi cualquier persona, rica o pobre, que viviera en la época bíblica o después en la medieval, reconoció su mérito por su montura cómoda, y segura, pisador de semillas, tirando del arado o conduciendo caravanas cargadas de mercancías... " Miel para la boca del asno", solemos decir cuando nuestro trabajo es despreciado o resulta insuficientemente valorado advirtiendo de la necedad de ofrecer cosas valiosas al que no puede apreciarlas pese a la tenacidad en el trabajo.
Se le ha caricaturizado por sus largas orejas y largos dientes; se le ha relacionado con el carnaval, las locuras de las saturnales medievales en las que se invertía el orden convencional de las cosas y la irreverente misa de Año Nuevo del Asno.
No obstante, para los antiguos griegos el asno o burro estuvo asociado al culto de Ceres o al de Dionisos, a quien transportó en su cuna como prefiguración bíblica del viaje de la Sagrada Familia. En Micenas, los sacerdotes en sus ritos sagrados se cubrían con cabeza de asno, en China era montura de los dioses y seres celestes y los egipcios lo relacionaron con el dios Set.
Flautista que hace sonar la flauta, o arpista pariente del anterior, alude al hecho de que éste hace música sin saber el cómo ni el porqué (" ... incapaces como los asnos para tocar el arpa", según El Libro de las Criaturas, s. XII), pero también simbolizando, maravillosamente, la Humildad del compañero constructor, que a menudo aplica la tradición del oficio sin conocer todavía las razones profundas de ello (PALACIO DE LOS REYES, ESTELLA, Navarra y templo de NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN, PERAZANCAS, Palencia).

Pero se olvida su tenacidad legendaria, lealtad y reconocimiento de la jerarquía. En la Huida a Egipto, María abrazando a su hijo y José tirando de la rienda con su aprensiva prisa, dependen de él, de que los lleve a lugar seguro

Marcado como símbolo de ignorancia, es mucho más inteligente que el caballo e instintivamente revelador y anunciador de lo invisible, de lo manifestado no percibido por la razón ni el sentido humano. Es un instrumento antiquísimo para alcanzar la trascendencia. Así en la famosa leyenda bíblica de Libro de Números, 22,22 (" Cuando iba de camino, se encendió la ira de Yahvé y el Ángel de Yavhé se puso en el camino para estorbarle") Balaam golpea a su burra por detenerse de golpe, pero ella se detiene porque su firme instinto y humildad inherentes le permiten percibir la presencia divina del ángel que se interpone en el camino imperceptible para su arrogante jinete.

También se le atribuye erróneamente símbolo de obstinación y de ahí que Jesús lo utilice en su entrada a Jerusalén como alegoría de la soberbia asentada en los poderes terrenales. " ¡Grita de alegría, hija de Jerusalén!. He aquí que viene a ti tu rey, justo él y victorioso, humilde y montado en un pollino, cría de asna" (Zacarías, 9,9)

Del Libro de los Proverbios, se deduce su condición de animal cristóforo pues el espíritu de Dios reposa sobre el humilde, sobre el pacífico y sobre el que tiembla con sus palabras.
Y nosotros aquí, obstinados y tenaces en intentar cada semana que el románico se comprenda y así se ame: " ¡Y vuelta la burra al trigo!".

Sección para "Curiosón" del grupo "Salud y Románico".