El burro, el runner y la zanahoria

Por Corroyexisto

-  Este burro no anda Papá, te han engañado en el mercado.

-  ¿y porque iba andar, hijo mío, acaso tiene algún sitio donde ir? Nada ni nadie se mueve sin un objetivo, sin querer alcanzar una meta, sin obtener algo a cambio.

-  Vale, “Sócrates”, ¿Qué hago para que se mueva?

-  ¿Has odio la fábula del burro y la zanahoria? Pero que digo, tu no te escuchas ni cuando hablas. Pero hoy me vas a escuchar. Siéntate a mi lado, pero antes acércate el vino que para esta maratón nesito estar bien hidratado.

“El burro necesita de una motivación para tirar del carro, no nació para tirar de él, nadie le ha enseñado hacerlo. Así que tenemos que ofrecerle una motivación, proponerle un objetivo, algo por lo que moverse, algo motivante por lo que tirar hacia adelante.

Al burro le encantan las zanahorias así que con la ayuda de un palo le pondremos una zanahoria justo delante de su cara, justo delante pero lo suficientemente lejos para que no la pueda alcanzar, para obligarlo a moverse hacia delante con la esperanza de conseguir tan preciado tesoro.

Pero ¡ojo! Hijo mio, muchos te dirán, te aconsejarán que nunca permitas que el burro alcance su objetivo, alcance su zanahoria. Te dirán que si lo hace nunca volverá a tener la misma motivación por alcanzarla, que perderás tu estatus, que tendrás un burro parado. Pero no te equivoques, el burro por muy animal que sea, necesita recompensas, necesita que alguien le reconozca sus méritos, necesita ganar pequeñas batallas porque las guerras son para otros.

Déjale que al final del día alcance su zanahoria y muéstrale que después de una viene otra que, quizás, sea mejor, más grande, más fresca, más sabrosa.”

Los Runners somos así, burros que cada día nos movemos en busca de nuestra zanahoria con la ventaja de que nosotros decidimos cómo y cuando la alcanzamos. Todos tenemos un límite, por mucho que algunos promuevan lo contrario, todos necesitamos nuestra pequeña recompensa. Si quieres convertir el Running en algo divertido, beneficioso y motivante (por muchos años) no corras corriendo, ves poniéndote límites alcanzables, pequeñas batallas y zanahorias que comerte al final del día.