Dicha oscuridad contrasta con la claridad a la hora de construir personajes complejos. No deja nada al azar, y no te permite dar nada por supuesto. Un reparto muy sólido, con Bale, Oldman o un brillante Michael Caine, eclipsan detalles tan insignificantes como esa pérdida del espíritu de Gotham, por un "Gran Manzana".
La crítica se "ceba" en señalar que la pureza, fuerza y genialidad de "The Dark Knight" (2008) se disuelve en esta última entrega. Que es desmesurada y que no llega a la altura del conjunto. Sin embargo, creo que redondea con un grandioso final toda la trama de estos cuatro años.
Una cosa está clara, son tres horas de entretenimiento, que vale la pena pagar por ver en el cine (algo que no podemos decir prácticamente hoy en día). Os dejo, como siempre, una breve sinopsis:
"Hace ocho años que Batman desapareció en la oscuridad, dejando de ser un héroe para convertirse en fugitivo. Al asumir la culpa por la muerte del fiscal del distrito Harvey Dent, el Caballero Oscuro decidió sacrificarlo todo por lo que consideraba, al igual que el Comisario Gordon, un bien mayor. La mentira funciona durante un tiempo, ya que la actividad criminal de la ciudad de Gotham se ve aplacada gracias a la dura Ley Dent. Pero todo cambia con la llegada de una astuta gata ladrona, que pretende llevar a cabo un misterioso plan. Sin embargo, mucho más peligrosa es la aparición en escena de Bane, un terrorista enmascarado cuyos despiadados planes para la ciudad obligan a Bruce a regresar de su voluntario exilio". (filmaffinity.com)