El Cairo: a la sombra de las pirámides

Por Elainn

Llegué a El Cairo a las 20:25 en un vuelo de Egyptair (buen servicio) y una parte mía no podía creerlo. Toda mi vida había soñado con Egipto. Un representante del hotel donde iba a hospedarme estaba esperándome dentro del aeropuerto y se quedó conmigo mientras aguardaba la valija (tardó bastante), sacaba libras egipcias del cajero con la tarjeta de débito y pasaba migraciones. Nos adentramos en El Cairo y, de pronto, ¡vi las pirámides! “Haram“. Hacia allá íbamos. Me dejaron en la puerta de Guardian Guest House, frente a una de las entradas al complejo de Guiza. Hablemos del hotel. Lo elegí por ubicación ya que quería “empacharme” de pirámides; de hecho reservé una habitación con vista a las pirámides. Si cruzaba la calle ya estaba ante el sitio arqueológico: la Gran Esfinge se hallaba a menos de 300mts. Estuve en dos habitaciones distintas, una perfecta, la otra un poco ruidosa ya que estaba en la esquina. El hotel cuenta con buena calefacción (fui en invierno), ducha caliente, wifi gratuito, televisión, desayuno buffet y buena atención. Posee una terraza donde uno puede ver gratis el espectáculo de luz y sonido de las pirámides (de hecho, los dos shows diarios). Lástima las escaleras y la zona que no es la mejor. Explico esto. Aunque está en un lugar super turístico, a metros de un cajero, restaurantes y demás, el barrio no es el más lindo (no se compara con Heliópolis, por ejemplo). Un guía local puede conseguirles al mismo precio un hotel como el Barceló, claro que no frente a las pirámides, sino a 4kms de allí.

Comí una banana, algunas galletitas que me ofrecieron en el hotel y me fui a acostar. Aún no podía creer que si corría las cortinas podía ver a la Esfinge.

Al otro día crucé la calle, caminé unos metros hacia la derecha y llegué a una de las boleterías del sitio arqueológico. Ahí compré la entrada general, pero para lo demás debía caminar por adentro hasta la otra boletería (cerca de la pirámide de Keops o Khufu). Decidí no esperar y fui hasta allá pasando rápido ante la Esfinge y uno de los lados de la Gran Pirámide. Tuve que salir del complejo, comprar los otros dos tickets y volver a entrar (obviamente sin volver a pagar). Básicamente hay cuatro tickets: la entrada general a 120LE en cualquiera de las dos boleterías, la entrada a la pirámide de Khufu a 300LE, la entrada a la pirámide de Menkaure (Micerinos) a 60LE (ambas en la boletería principal cerca de Khufu) y la entrada al Museo de la Barca Solar que sale 80LE (hay que pagar 50LE más si uno quiere sacar fotos) en una ventanilla junto a la puerta del museo que se encuentra detrás de la pirámide de Khufu. En total: 560LE, pero no pagué ningún tour ya que lo hice todo caminando.

Es posible que les digan que es demasiado grande para recorrer caminando. Es grande pero no tanto. Yo no soy de caminar mucho y pude hacerlo sin problemas. Las tres pirámides se encuentran muy cerca una de la otra. Sólo caminé más porque fui hasta el punto panorámico, pero no es necesario ir hasta allá. Les van a ofrecer -de manera insistente- camellos o carruajes. No lo recomiendo a menos que realmente no puedan caminar (llegado el caso pueden ir con una excursión y manejarse en auto). Al hospedarme enfrente del sitio pude ver cómo maltrataban a los camellos  y caballos. Podía escuchar los gemidos desoladores de los animales. Ni loca iba a ser cómplice de eso. Además siempre es posible que los quieran engañar con el precio y que encima les pidan una propina elevada. No, gracias y seguir adelante. Van a intentar comenzar una conversación o seguirlos. Yo ni siquiera los miraba. Si un guardia les recomienda ir a fotografiar algún sitio o sacarles una foto o lo que sea, lo que quiere es plata y es probable que les pida mucho. Al ser un guardia no te podés pelear. Yo pude zafar pagando sólo 20LE aunque él me pedía 100. Sólo porque me sacó una foto. Bajé la guardia un instante y ¡zas! Los guardias son los peores, no se confíen (no sólo en El Cairo, siempre van a querer que rompan las reglas para poder sacarles plata. Quedaban decepcionados cuando no entraba a los lugares prohibidos que ellos me abrían ni sacaba fotos donde no se podía pese a su anuencia).

Lo primero que hice fue entrar en la pirámide de Khufu, la única Maravilla del Mundo Antiguo que sigue en pie. Se terminó de construir alrededor del 2570a.C. En la entrada hay que dejar la cámara de fotos pero no el celular. El ascenso es incómodo porque el techo es bajo y hay que doblar el cuello para pasar. No apto para claustrofóbicos. Adentro uno empieza a transpirar. Luego se llega a la Gran Galería, que impacta porque no se parece a nada actual. Es misteriosa y parece desafiar los mandatos de la arquitectura. Al final se llega a la Cámara del Rey que está construida a prueba de terremotos y en cuyo centro hay un sarcófago de granito. En un momento determinado se fueron todos excepto el guardia. ¡Estaba en el centro de la Gran Pirámide de Guiza! Enseguida llegó casualmente una familia argentina…¿Casualmente?

Después de salir, rodeé la pirámide de Khafra o Kefrén (que estaba cerrada al público: nunca abren las tres a la vez) y fui a la de Menkaure, la menor. No fue tan impresionante, claro. A un costado hay tres pirámides más pequeñas para las reinas. Como vi que los autobuses turísticos seguían por la ruta decidí ir hacia ese lado. La verdad es que no hay nada, excepto un punto panorámico desde donde sacar fotos de las tres pirámides. Volví en busca del Museo de la Barca Solar.

Antes de seguir, cada pirámide va acompañada de un templo funerario, hay ruinas de antiguos cementerios y mastabas. Pero ningún cartel (sólo las pirámides cuentan con carteles). La verdad es que como quería ir al Museo de Antigüedades ese mismo día, me apuré un poco y no visité todas las ruinas. Pueden imprimir este mapa si van: mapa del complejo de Guiza.

El Museo de la Barca Solar se encuentra pegado a la Gran Pirámide. Los tickets se venden junto a la puerta del mismo en una ventanilla.  Es increíble lo bien conservado que está ese barco. Y es mucho más grande de lo que aparece en las fotos. De ahí fui a la Gran Esfinge, que es donde tuve la mayor aglomeración de turistas. Crucé y volví al hotel.

No tuve tiempo para almorzar (me suele pasar en mis viajes). Pedí un taxi en la recepción del hotel hasta el Museo de Antigüedades Egipcias aunque ya sabía que no iba a tener el tiempo que yo deseaba para recorrerlo. Se necesitan al menos unas tres horas para visitarlo con tranquilidad. Me pasaron a buscar a las 14hs pero tardamos una hora en llegar. El tráfico es realmente tan terrible como lo pintan (es como estar en medio de un piquete porque los autos NO avanzan). Me costó 100LE.

Así que eran las 15hs y el museo cierra antes de las 17hs. Ni siquiera tenía dos horas. La entrada general para extranjeros + las momias sale 240LE. Sacar fotos cuesta 50LE. No era barato y yo tenía poco tiempo. Empecé visitando en el primer piso el tesoro de la tumba de Tutankamón que es algo que siempre había querido ver. Es donde hay más turistas. También la famosa máscara de oro del faraón, aunque no se puede fotografiar. De ahí corrí a ver las momias que están divididas en dos recintos según la época. Me impactó ver a Ramsés II (sin dudas la momia más popular), Seti I (muy bien conservado) y la reina Tiye. Me emocioné porque me di cuenta de que realmente eran ellos. Estaba delante de los despojos mortales de los antiguos reyes y reinas de Egipto. Como no fui con guía seguí mi instinto y busqué aquellas piezas que ya conocía por mis cursos de egiptología. Recorrí todo el museo, pero a velocidad. Sólo me quedé unos instantes más en el sector de Amarna y en el de manuscritos y ostraca. Era un museo moderno en el siglo XIX pero ahora todo parece apilado, sucio y sin mucha información. Por suerte a mediados de este año van a inaugurar en Guiza el Gran Museo Egipcio que será el más grande del mundo.

Lo que hay que ver en el Museo (¡yo me perdí la paleta de Narmer!). Para mí lo mejor fue el primer piso: hay salas dedicadas al dibujo y la escritura, la vida cotidiana, etc. Allí están los célebres retratos del Fayum, hay prendas de vestir, pelucas, sarcófagos varios, joyas y, por supuesto, los tesoros de Tutankamón. Yo visité primero el primer piso. En planta baja está la tablilla de Narmer (que no vi) y hay sarcófagos, estatuas, relieves, etc. Me quedé dentro del museo hasta que me echaron. Caminé hacia la Plaza Tahrir y cerca de la entrada del subte paré un taxi que me cobró lo mismo que el anterior para dejarme en el hotel. No había comido nada desde el desayuno así que estaba muerta de hambre. Fui a KFC que está a metros del hotel y pedí un menú para llevar. Es económico y se puede pagar con tarjeta (pedí una “twister box” a 50LE). Lo comí en la terraza del hotel mientras miraba el espectáculo de luz y sonido de las pirámides.

Al otro día comenzó mi saga de tres excursiones desde El Cairo que había organizado con un guía local -Mostafá- que me habían recomendado desde Buenos Aires. Él lo organizó pero como estaba ocupado fui con otro guía, Khaled, que también habla español. La primera excursión (privada, o sea con Khaled y un chofer) fue a Saqqara, Menfis y Dahshur. Me pasaron a buscar a las 8hs. Primero fuimos a Saqqara para conocer un complejo funerario de la III Dinastía (Menfita). Está muy bien reconstruido. Allí se alza la pirámide escalonada de Zoser, construida por el arquitecto (luego divinizado) Imhotep. Es la primera pirámide en la historia (2.650 aC) y fue levantada a partir de mastabas, una arriba de la otra. En el complejo también se conserva un fragmento de escritura hierática. También es interesante el patio de la fiesta Sed, el foso y el serdab.

En Saqqara visitamos asimismo el museo Imhotep (pequeño pero moderno y bien claro),  la mastaba de Mereruka, la pirámide de Titi, las tumbas de Mera y Kagemni (ambas de la VI Dinastía) y el impresionante Serapeum donde se conservan los sarcófagos del buey Apis en un laberinto subterráneo.

De ahí fuimos a Menfis (o lo que queda de Menfis). Lo más destacable del sitio es la colosal estatua de Ramsés II que yace en un recinto. Y de Menfis viajamos a Dahshur donde entré en la pirámide roja del faraón Senefru (2614 a 2579 a. C). Este faraón realizó tres pirámides buscando la perfección. Otro ejemplo, también en Dahshur, es la pirámide acodada o romboidal que se estima fue una tentativa fallida en crear una pirámide de paredes lisas. Sin embargo, la pirámide roja sí fue un éxito. Su interior ya prefigura el diseño de la pirámide de su hijo Khufu.

Zoser

Me llevaron después a comprar un papiro auténtico en Key of Life (lo que más me gustó fue cuando me enseñaron cómo se fabrican los papiros y por qué el diferente color), que resultó más caro de lo que creía. Igual compré un papiro porque era algo que tenía en mi lista (si un papiro sale barato, no es un papiro pintado a mano, sino una réplica en hojas de plátano) Finalmente almorzamos en Abou Shakra, lugar que recomiendo. El almuerzo estaba incluido en el precio, igual que las entradas a los sitios.

El precio acordado de esa excursión fue de 96 dólares o 1690LE (sin propinas). Como pueden ver, al ir sola en las excursiones todo me salía el doble.

Entradas (incluidas): Museo Imhotep y Saqqara 120LE, Serapeum 120LE, Menfis (Museo Met Rahina) 60LE y Dahshur 60LE.

Estaba muerta de cansancio y me dormí sin cenar.

Meidum

Al día siguiente me pasaron a buscar a las 8hs para ir a las pirámides de El Fayum, un sitio no tan turístico. Primero fuimos a la pirámide de Meidum, otra de las pirámides fallidas de Senefru (al punto que parte se derrumbó en la antigüedad y sólo queda la estructura central). Pese a esto es la pirámide que más me asombró. De cerca, me hizo acordar a las imágenes sobre la Torre de Babel. Creen que esta es la pirámide más antigua de Senefru, así que el orden sería: Meidum, Romboidal, Roja. Lo mejor fue entrar a la pirámide. ¡Hasta me encontré con un murciélago! En el exterior hay algunos sarcófagos de piedra.

De Meidum fuimos a Lahun pero tuvimos que esperar media hora en un control policial porque decidieron acompañarnos con una patrulla. Es un tema de seguridad, pero me hizo sentir incómoda. Finalmente llegamos a Lahun. No es un sitio muy conocido, pero yo había leído un libro sobre el mismo y quería visitarlo. Allí pueden ver la pirámide de adobe de Senusert II (XII Dinastía) y los restos de la aldea de trabajadores (que es más una tarea de imaginación porque no queda casi nada). A mí me emocionó, pero no lo aconsejo si no están familiarizados con la historia de Lahun.

Llegamos a la pirámide de Hawara, construida por Amenemhat III (también XII Dinastía) que tiene los cimientos inundados por un canal cercano. Se cree que aquí estaba el famoso laberinto descripto por Herodoto.”Mienten los que declaran que en Egipto hay una parecida”, dice Borges en “La casa de Asterión“, comparando el laberinto del minotauro con el de Hawara. Aparentemente este complejo funerario era inmenso e impresionó a griegos y romanos. Ahora es barro y en su centro, una pirámide que se hunde.

Al volver por la ruta, la pirámide de Meidum brillaba iluminada por el sol y parecía hecha de oro. Almorzamos en Felfela, ya al retornar al Cairo.

Este es un tour bastante caro (129 dólares) ya que pocos lo realizan y únicamente lo recomiendo si son egiptólogos entusiastas. Pero sí traten de conocer Meidum. Civitatis tiene el tour más económico si sólamente visitan esa pirámide.

Entradas: Meidum 60LE, Al Lahun 60LE y Hawara 60LE.

Hawara

La última excursión fue la más larga. Me pasaron a buscar a las 7am para ir a Amarna, la ciudad de Akenatón. Fue un viaje de 4 horas de ida, con militares que en algunos puntos nos acompañaron (ya estaba más acostumbrada al tema). Ahora me doy cuenta de que tendríamos que haber salidos a las 6am.

Empezamos por la necrópolis de Tell El Amarna, situada entre la antigua capital y el valle. Visitamos dos tumbas del norte: de Ahmes (escriba del rey) y de Mery-Ra I, sumo sacerdote de Atón. De ahí fuimos a la tumba real, destinada para la hija de Akenatón y su esposa. Igualmente se supone que Akenatón fue enterrado inicialmente en ese sitio y luego llevado al Valle de los Reyes. Es una tumba más apartada así que supuso que el guardia del lugar y el militar que nos acompañaba, fueran con nosotros en el auto. Así nos ubicamos en el auto: el chofer y el militar adelante, el guardia, Khaled y yo atrás. Es decir, cuatro personas para que yo pudiera visitar una tumba. Es una locura.

Yo quería visitar la antigua ciudad, o las ruinas de la antigua ciudad, pero no fuimos por cuestiones de tiempo. Ahora me arrepiento de no haber insistido. Quedan los restos del palacio del norte y de algunas fortificaciones. Es muy poquito pero me hubiera gustado pararme en el sitio donde estuvo la ciudad maldita. Sí pude acercarme a ver la estela fronteriza de Amarna.

No pasamos por El Minya sino que fuimos directamente a Beni Hassan, para visitar las tumbas de los nomarcas o gobernadores. Entramos en las tumbas de Khety, Baqet III, Khnumhotep II y Amenenhat. No podía creer que los antiguos egipcios hubieran pintado murales que parecen reproducir imágenes en movimiento. ¿Nadie las fotografió para convertir esas imágenes de luchadores en animación?

Emprendimos el regreso. Comimos arroz con pollo en un restaurante que estaba en la ruta (no turístico, pero bueno). Llegamos tarde al hotel. Vi el espectáculo de luz y sonido por última vez, me duché y me fui a acostar.

Este último tour fue aún más caro que el anterior, pero teniendo en cuenta que tuvimos en total 8 horas de viaje no estuvo tan mal: 149 dólares. Las entradas (siempre incluidas en el precio): Tumbas de Tell el Amarna 60LE, Tumba de Akenatón 40LE y Beni Hassan 60LE.

En unas horas me iba de El Cairo. Mostafá fue a buscarme con un auto para ir al aeropuerto (200LE+ propina), me ayudó con los trámites y ya estaba rumbo a Luxor. Cuando volví a la ciudad muchos días después, me consiguió a muy buen precio una noche en el hotel Meridien que está en el aeropuerto. ¡Almohadas de pluma! Un sueño. Pude darme el gusto de hospedarme una noche en un hotel 5 estrellas.

Volviendo un poco a la excursión que hice a Amarna, ahora me doy cuenta de que lo ideal es quedarse a dormir en El Minya. Si pudiera rehacer mi viaje, no volaría a Luxor sino que viajaría en auto con escalas. Me quedaría en la ciudad de El Minya al menos una noche para conocer bien la ciudad de Akenatón y su necrópolis, Beni Hassan, El Ashmunein (la antigua Hermópolis) y Tuna el Gabal (que me quedaron pendientes) donde acaba de encontrarse otra necrópolis. Tras pasar una noche en El Minya (o dos, eso depende) iría al sur para alojarme en Sohag. Allí se puede visitar un monasterio copto. Al otro día se puede ir bien temprano a Abidos y Dendera y así llegar a Luxor. De esta manera se agrupan dos excursiones y un viaje y se abaratan costos.

Otra opción – de lujo- es tomar un crucero de El Cairo a Luxor, que pasa por todos estos sitios: Voyages Jules Verne.

Algunos sitios donde comer en El Cairo que no pude visitar: Cafe Riche (un café notable), Egyptian Pancake House, Koshary Abou Tarek.

¿Qué me quedó pendiente? Una visita al Cairo islámico (Mezquita de Alabastro, Mezquita de Azhar, bazar, ciudadela) y al Cairo Viejo (barrio copto, iglesia colgante, Fortaleza Babilonia), barrio de Heliópolis, el oasis de Siwa, Alejandría…

DATOS:

  • Si quieren un guía local, pueden escribirle a Mostafa. Es de confianza. Puedo pasarles el número de whatsapp.
  • Si van al Cairo en plan ahorrativo, pueden probar suerte en el hostel Dahab, la pensión Roma o el hotel Golden. Los tres me fueron recomendados por viajeros.
  • El papiro me costó 500LE + 40LE por el nombre y no sé qué más. Acá me perdieron. Supongo que es la comisión.
  • Hagan el cálculo de que en cada excursión van a tener más de 100LE en propinas.
  • Si prefieren ir con una agencia, Hasa Tours tenía buenos precios y responden al toque. Emo Tours también (de hecho es la más económica), pero nunca me contestaron. Por último, la Asociación Andaluza de Egiptología (ASADE) organiza viajes arqueológicos con profesor, aunque es más cara y tal vez no concuerden las fechas.
  • En la página de ASADE advierten no contratar guías sin referencias, especialmente dentro del Museo Egipcio: “Tened especial atención a los que esperan en las puertas del Museo Egipcio de El Cairo, ya que en ocasiones se han dado casos incluso de robos a turistas por parte de alguno de estos desalmados: En concreto hay uno de habla hispana, alto y con bigote (ojo, se lo puede afeitar) que tras la visita contratada al Museo te puede ofrecer llevarte a las pirámides u otros lugares en su coche particular, después te ofrece dejar mochilas o similares en el maletero mientras se realiza otra actividad (por ejemplo comer en un restaurante local al que él os lleve) y aprovechando cualquier descuido o escusa, como ir al baño, desaparecerá llevándose vuestras cosas y dejándoos encima con alguna cuenta pendiente.
  • Muchos aconsejan utilizar uber en vez de taxis. Hay dos tipos de taxis, los negros con los que hay que pactar el precio de antemano, y los blancos que tienen taxímetro aunque hay que insistir para que lo pongan.
  • ¿Qué comprar? Papiros (auténticos o de plátano, según el presupuesto), souvenirs (imanes, llaveros…). Yo compré una hermosa chalina en Amarna. Si llevan frasquitos, pueden llenarlos con arena de Guiza y regalarlos a los amigos. ¡Yo no me di cuenta!
  • Si se quedan varios días, pueden sacar el CAIRO PASS que permite acceso ilimitado a museos, sitios arqueológicos e históricos en el área de El Cairo y Guiza. Dura cinco días consecutivos y se puede comprar en el Museo de Antigüedades, la Oficina de Asuntos Culturales y otros sitios a USD 80.
  • Si compran la tarjeta CAIRO PASS, obtienen un descuento del 50% para comprar la LUXOR PASS (siempre dentro del mismo año).

Desde el punto panorámico