Continuaba la mosca rondando por la cabeza del hombre calvo y cada vez que éste se tomaba un trago de café la desvergonzada mosca aprovechaba y le deba un picotazo en la calva.Otro trago de café; pero esta vez, cuando la maliciosa mosca se acercó para picarle en la calva al hombre, éste levantó la mano y le dio un manotazo. La mosca cayó sobre la mesa y con una pata coja reclamó:_ ¡Calvo malvado! ¡Por un simple picotazo intentaste quitarme la vida!_ ¡Al que actúa con malicia, severa justicia! _ respondió el hombre calvo.
&version;