(Carta compartida el martes 03 de agosto de 2010)El mundo en constante cambio, la idiosincrasia de un enorme ente que aparenta estar quieto pero cambia tan rápido como aquella medida de tiempo indivisible. ¿Cambia porque quiere? ¿Cambia porque le toca? El mundo en realidad no está respondiendo a esas preguntas, sigue su proceso eterno de evolución, el mismo del que formamos parte y que describe la naturaleza real y verdadera del ser humano, del ser vivo: el cambio. ¿Cambiamos porque queremos? ¿Cambiamos porque nos toca? Por lo general nunca respondemos aquello, entendemos al cambio como proceso natural porque envejecemos, crecemos y el pasar del tiempo pasa factura a nuestra existencia. A veces no queremos cambiar y a veces no nos toca cambiar, sea por miedo o comodidad, sea por experiencia o crecimiento espiritual, los seres humanos a veces vivimos circunstancias en las que el cambio no ocurre o no ocurre como esperamos. Recuerden, el mundo sigue girando y nosotros vamos dentro de él, así que por más que las cosas no parecieran cambiar, están cambiando.El miedo y la comodidad por lo general van de la mano, ellas se apoyan en la otra con el único fin de que el cambio sea la última opción de vida, a pesar de que igual formemos parte de aquello. Tanto el miedo como la comodidad logran que no vivamos el cambio como la experiencia real que es, como el escenario propicio para el ser humano mejorar, trascender, crecer y perpetuarse.Cambiamos porque queremos o porque nos toca, el efecto dependerá de nuestra actitud ante ello. A veces un tercero nos invita a cambiar, a veces nos obliga hacerlo, a veces nos hace cambiar para que retomemos una senda que veníamos viviendo, a veces, simplemente para que nos conozcamos aún más. A veces somos nosotros los que nos cansamos de lo que vivimos, que deseamos un escenario nuevo, a veces pretendemos lograr que la vida se nos haga más llevadera. Todas son situaciones de cambio, desde las que aparentan la mayor calma hasta las que se cargan de angustias.El cambio, como estructura evolutiva del ser humano, es más grande que una modificación de estatus en las relaciones humanas, de un nuevo lugar para vivir, de nuevas funciones que ejecutar, de un nuevo sitio de trabajo, de una nueva persona en la vida, de una persona que estuvo y vuelve o de cualquier situación que nos genere una reacción diferente. El cambio genera responsabilidad, respeto, compromiso, sentimiento, esperanza, amor y vida…Irse, quedarse, aceptar y aceptarse, negarse, volver, pensar, ejecutar, luchar, caer, levantarse, ceder, respetar, amar, admirar, callar, pretender, insistir, buscar, indagar, pronunciarse, como estas palabras casi todas las que generen actos, generan cambios, generan vida, generan lo que somos.El cambio que queramos o que nos toque, será mejor o peor en la medida que lo aceptemos, nos adaptemos o luchemos porque nos precise una mejor situación. Eres el cambio y eres el instrumento para hacerlo verdadero.Enviándoles un cordial saludo, agradeciendo vuestras palabras silentes o no, que le dan sentido a estas letras que procuran adentrarse en vuestras almas y generar alegría y por sobre todas las cosas: ¡Felicidad! Mi cariño eterno y el respeto por lo que hacéis de parte de este humilde servidor: ¡Pura Vida!