El cambio de paradigmas

Publicado el 30 mayo 2018 por Buensancho
Faltando menos de 2 décadas para el fin del siglo pasado me tocó leer "La Estructura de las Revoluciones Científicas" de Thomas S. Kuhn. En ese librito, (el mío era un lindo breviario del Fondo de Cultura de México), el autor intenta explicarnos de qué manera inexorable todas las teorías científicas llegan al límite de sus posibilidades; cómo eventualmente son más las preguntas a las que no puede dar respuesta que las certezas que ella aporta y de qué manera el impulso creador y la natural curiosidad del ser humano encuentra los caminos para obtener esas respuestas faltantes y, finalmente, dejar de lado la vieja teoría y sustituirla por una nueva, más completa y avanzada. Es el tema central de la obra: el cambio de paradigma.

Tal vez en el ámbito de las ciencias exactas sea relativamente más fácil precisar en qué momento se verifica ese cambio pero ello no es obstáculo para reconocer que el proceso es el mismo, o en todo caso muy similar, en todos los ámbitos de la vida humana.


A manera de analogía, en Venezuela, parece que de la mano de lo último en física cuántica logramos asomarnos al borde de esa misteriosa "singularidad" que es nuestro futuro y fué tal el vértigo que decidimos tirarnos al suelo en posición fetal, abrazados con fervor al modelo Aristotélico-Ptolemaico del universo... Es decir, en vez de avanzar hacia paradigmas más complejos y completos decidimos regresar al pasado y retomar caminos (paradigmas) ya abandonados por haberse probado inútiles... y no me refiero al disfraz que intenta lucir la dictadura... me refiero al "modelo" de oposición.


Por un lado tenemos a la "nueva" oposición hecha a la medida del régimen, lista para darle la segunda o tercera capa de barniz a esta desgracia, pues esas son las exigencias contractuales.


Por el otro tenemos el regreso de Aveledo, (uno de los que reniegan de lo único que ha demostrado desbalancear hasta cierto punto a la nomentclatura: las sanciones puntuales y personales), a la vocería de la oposición dialogante y electorera; la misma que controla la inoperante Asamblea Nacional, la misma que, en el trajín de una gira mundial infinita, es la reconocida como "interlocutor válido" por los gobiernos, organismos multilaterales y prensa de ese vacío inmenso, poblado de ecos, que es "la comunidad internacional"


Aquí los que llaman a la calle, sea a guarimbas o a bailantas, por allá los que piden dimisión, a la vuelta de la esquina los que claman por injerencia...


Hay demasiado ruido.


Tal vez a alguno de los pocos que leen esto ya le empieza a picar en los dedos la inefable e infeliz pregunta "¿y tú qué propones?"... pues propongo silencio, propongo reconocer el agotamiento de los paradigmas que hemos estado manoseando los últimos 20 años y que estos sean definitivamente deshechados junto con sus defensores, actores y voceros, propongo que con la misma voluntad de sintonizarnos juntos en el camino correcto que demostramos el pasado 20M nos impongamos la tarea de definir con precisión cuál es el camino que queremos transitar (tienendo claro que el objetivo es uno solo y es común a todos) y nos dediquemos a ello con la misma energía y compromiso que le hemos puesto en el pasado a personas y propuestas que no lo merecían "porque no había otra opción".


La dictadura tiene el poder de nuestro dinero y nuestras armas; ¿qué poder tienen los políticos de "oposición"? ninguno, solo aquel que nosotros le regalamos mansamente, inocentemente...irresponsablemente.


En la misma medida en que la dictadura NO gobierna este país esos políticos NO gobiernan a la oposición, no somos nosotros quienes debemos aceptar con la cabeza gacha sus designios sino que, por el contrario, son ellos quienes deben acatar nuestro dictado... o quitarse del medio, y ese es el primer paradigma que propongo cambiar, nuestra relación con ellos. Tenemos que hacerles tremendamente costoso el que sigan impulsando sus agendas personales y partidistas por encima de la nuestra. ¿No mencionó Diosdado la posibilidad de RR a los diputados?...ahí tenemos poder porque ellos, sus partidos, sus cargos, sin nosotros, sin nuestro apoyo no valen nada.


Hagamos silencio, sentémonos un rato a pensar, es hora de cambiar paradigmas y esa tarea nos corresponde a nosotros