Independientemente de la definición que cada uno de nosotros pueda tener por cielo, todos deseamos llegar a el, pero si algo es valioso también es costoso, todos deseamos el cielo pero muchas veces cuando nos enteramos por lo que debemos pasar para llegar a el, mas de uno se retracta de querer llegar a ese cielo y simplemente pasan sus vidas lamentándose.
Para llegar al cielo tienes que pasar por el infierno, esto no te lo enseñan en ningún lugar, solo lo aprendes cuando realmente te decides a buscar el cielo, cuando comprendes que el camino al infierno esta pavimentado de buenas intenciones pero que si o si debes pasar por unos cuantos infiernos para llegar al cielo que tanto añoras.
Es natural temer al dolor y a lo desconocido, pero es de ingenuos pretender que se puede llegar al cielo sin experimentar estos dos, es inevitable que el dolor siempre te va a acompañar en tu camino al cielo y a la vez tendrás que darle una oportunidad a lo desconocido si deseas avanzar, lo desconocido muchas veces te ha de lastimar pero al final de te darás cuenta que aquello a lo que tanto temías no era tan peligroso como creías.
El infierno es el camino al cielo, esto es algo que los religiosos jamás creerán, pues nos han dicho toda la vida que el camino al cielo radica en cohibirnos, en reprimir nuestros deseos, en ocultar nuestro lado oscuro e incluso que esta bien ser sumisos, pero esto es gran falsedad tienes que vivir todo esto que te dicen que no debes hacer para conocer que le da felicidad a tu vida y que no, para poder ser libre en todo aspecto y para poder conocer ese cielo que nos venden de ideal pero que al tiempo ni nos explican como es.