El camino de baldosas amarillas, de Juan de Dios Garduño

Publicado el 22 enero 2013 por Xula


El camino de baldosas amarillas Juan de Dios GarduñoISBN: 978-84-940747-0-7Formato: Tapa blanda– 198 PágsEditorial: Tyrannosaurus Books

Las cosas no son fáciles tras la Guerra Civil. Una fría noche de diciembre, el pequeño Torcuato es obligado a abandonar todo aquello que ama cuando, debido a un desafortunado incidente, ingresa en un manicomio de Valladolid. El único lazo que conservará con su pasado será un viejo libro prestado, El maravilloso mago de Oz.
En los siniestros pasillos del psiquiátrico, Torcuato tendrá que hacer frente a sus propios miedos mientras intenta convivir con los extravagantes inquilinos que ahora comparten su vida. Pero lo que no sabe nadie es que en lo más profundo del centro, el mal ha cobrado forma y aguarda a una nueva víctima.

Desde hace un tiempo, Juande se está convirtiendo en un icono del terror español. Yo oí por primera vez su nombre cuando vino a la Semana Negra hace unos años. De aquella acababa de publicar con 23 escalones la obra Apuntes macabros. Ya por entonces pegaba fuerte Y pese a todo, que va a ser adaptada al cine muy pronto.
Así que cuando vi que publicaba esta novela, aun a pesar de no haber leído nada suyo antes, me tiré de cabeza a por ella. ¿Psiquiátricos, terror psicológico y el mago de Oz? No me la podía perder. Lo que no consigo explicar es que lleve dándole vueltas a la reseña más de un mes. No termino de convencerme a mí misma, no encuentro las palabras correctas para trasmitir lo mucho que me ha entusiasmado la novela y contagiar a todo el mundo de mi locura transitoria.
Quizá lo mejor que podría hacer ahora mismo es avisar a cierto navegantes del blog: no es terror del que os imagináis: no hay sangre (o hay poquita, y al final) ni fantasmas… solo el miedo que pueda genera el ser humano por sí mismo. Que ya es bastante, por cierto.
Una de las mejores cosas que tiene la novela es un ambiente más que logrado: real. En una posguerra española, que bastante siniestra es ya de por sí, pero a la que consigue darle una vuelta de tuerca más y meternos un malestar en el cuerpo bastante difícil de quitar. ¿Será porque el protagonista es un niño y nos parece más horrible, si eso fuera posible?
Porque Torcuato, nuestro joven protagonista, es pura inocencia. Por algún extraño motivo, hasta los 12 años sus padres consiguieron que siguiera estudiando en lugar de comenzar a trabajar. ¿Cómo no volverse loco cuando ves la cultura y una vida mejor tan cerca, y te la quitan de golpe en un momento? Quizá uno de los momentos más tensos de toda la novela y en los que más rabia sentimos.
A lo largo de los 22 capítulos que conforman la novela (contando el epilogo) nos habla de abuso y arrogancia de los vencedores, del doblegamiento de los que quedan y del miedo a perder lo poco que tienes. Pero en contraste en ese horror, el deseo de vivir, la ilusión y la imaginación para hacer frente al patético día a día. Todo ello a través de unos personajes de lo más logrados y a los extrañamente vemos al completo en menos de 200 páginas.
Lo acompañan unos personajes secundarios muy buenos y logrados, los que forman la cuadrilla: David (que me recuerda a alguien o algo, pero no sabría decir que, y sigo dándole vueltas…), pero que no es su nombre real, ya que se cree el protagonista de un libro de Dickens; Agnus, una joven descarada; y los inseparables agapornis.
Es precisamente la interacción con estos personajes, y su tabla de salvación en forma de libro viejo, lo que hace que esta novela no solo nos hable de crueldad, sino también de esperanza e ilusión. Y eso se agradece en un lugar tan siniestro y desalmado como el manicomio de San Juan de Dios.
Las referencias a El mago de Oz, evidentemente, son continuas. Porque no solo actúa como nexo entre su presente y su pasado para Torcuato, que se agarra a la ilusión de poder salir algún día. Sino que incluso podríamos ver analogías en cada miembro de la “cuadrilla”. Y para referencias literarias, me atrevería incluso a relacionar a Torcuato con Los renglones torcidos de Dios (libro que por cierto, os recomiendo leer)
Un último aviso a navegantes: tiene escenas muy duras. Porque si los “buenos” son entrañables y los intentaría proteger con un abrazo de madre, los “malos” son malos malísimos. Don Eduardo, y sobre todo Sor Mateo, son la misma encarnación del mal en todos los sentidos de la palabra. Protagonizan pasajes que os harán saltar de rabia, y otros encogeros de angustia. Incluso, y sin ánimo de asustar a nadie, pueden revolver estómagos de los más sensibles.
Para darle el punto de terror que nos habían prometido, y por si no tuviéramos suficiente, introduce una pequeña trama fantástica justo al final de la novela, que permite darle un giro a la situación, dejándonos a todos descolocados. Hay quien sentirá un ligero chirriar de muelas ante esto, que contrasta bastante con la realidad de lo que narra. A mí me ha gustado, e incluso lo podría disculpar a ojos ajenos mediantes un tratamiento metafórico.
Curioseando por la red he descubierto muchas cosas de esta novela… ¡que tiene hasta banda sonora! Esta muy trabajada y va muy de acorde con la narración. La podéis escuchar aquí. A mí me ha resultado inquietante. Si la ya lectura me llegó, si la hubiera puesto mientras la escuchaba… Seguramente repita con su banda sonora incluida a lo largo de este año.
Dicen que es lo mejor que ha escrito hasta el momento… yo no tengo con que comparar. Tengo pendiente Y pese a todo, que si me gusta como promete, me hará buscar el resto de novelas donde sea. Cosa difícil, por cierto, va a ser encontrarlas… Pero ya veré como lo soluciono.
En definitiva, es una novela que engancha, se lee en un día (o en unas horas, como yo) porque no puedes dejarla. A pesar de las cosas tan duras que estás leyendo, de lo que sufres por los personajes, no puedes despegarte de las paginas.
Además, para rematar el combo, cierra la historia con un final que a mí me parece perfecto. Como tenía que ser, sin miramientos. Siempre he dicho que es la parte más difícil de una novela, aunque esta en concreto parece que ya tenía escrito su propio final, y el autor solo ha hecho que plasmarlo. Gracias por no desviarte de la línea
Solo podría ponerle un pero: lo corta que es y lo poco que me ha durado. Pero no es lo suficientemente grave como para haberla desplazado de mis mejores lecturas de 2012. Sin duda, una novela que recomiendo a todo el mundo.