Los días de verano son quizá los días más esperados por la mayoría de adolescentes. Días de esparcimiento y de no pensar que parece que nunca tendrán fin. Pero no siempre es así. Para muchos jóvenes esta época estival se convierte en duras jornadas de hastío en las que las obligaciones familiares le hacen adoptar una normalidad que nos les pertenece.En esta situación se encuentra Duncan (Liam James), chico introvertido de catorce años que en pleno proceso de adaptación al divorcio de sus padres se enfrenta al duro tramite de pasar las vacaciones con su madre en la casa familiar de de su nueva pareja, Trent (Steve Carell), un déspota que solamente consigue encoger el autoestima de Duncan. Este es el punto de partida de ‘El camino de vuelta‘, primer trabajo en la dirección de los actores Nat Faxon y Jim Rash (sí, ese decano calvo y excéntrico de la serie ‘Community‘), los cuales también se encargan de la elaboración del guión y de interpretar dos pequeños papeles.
‘El camino de vuelta’ se podría enmarcar en ese nuevo cine independiente con toques de humor destinado a un gran público, camino que abrieron hace años títulos como ‘Pequeña Miss Sunshine‘ (2006) o ‘Juno‘ (2007), pero se aleja de ese referencialismo o trampas en las que nos quieren hacer caer muchas veces esas cintas “indies” que vinieron después. Aquí encontramos situaciones y sentimientos mucho más universales, dotando de descaro a lo convencional con unos diálogos realmente divertidos y otorgando a la película de un encanto continuo.
Liam James se encuentra en la coyuntura de soportar todo el peso de la historia siendo un actor aún desconocido. Su personaje de Duncan y su patetismo social podría considerarse una suerte de Benjamin de ‘El graduado‘ (1967). Es casi inevitable acordarse del genial papel de Dustin Hoffmann en la escena en la que obligan únicamente al pobre Duncan a ponerse el chaleco salvavidas para pasar el día con amigos de su nueva familia en un velero. Un referente más actual podría ser el personaje de Charlie de ‘Ventajas de ser un marginado‘ (2012), pero por mucho que me haya gustado en su papel de Duncan creo que Logan Lerman y su aplastante talento y carisma se merecen más ser un icono de una generación que Liam James.
En el momento en el que aparece (la cada vez más guapa) AnnaSophia Robb la pereza invade las butacas. Otra vez parece que nos van a colar la historia de chica guapa y popular que se va a ligar al rarito por hacer algo nuevo y al final se enamorarán de verdad, pero sin destripar nada aquí lo de menos es el amor, lo que importa es el valor. La adquisición de ese coraje por parte de un ser consternado que su entorno parece empeñad en hundir más y que florecerá de la manera y en el lugar más inesperado, el parque acuático Water Wizz, donde se topa con Owen, interpretado por Sam Rockwell que nos obsequia con uno de los secundarios más jocosos de los últimos años . Al igual que en la algo obviada y estupenda ‘Adventureland’ (2009) un trabajo estival en un parque atracciones y los singulares empleados de éste parecen los elementos perfectos para que un joven se tire de cabeza a la piscina y bucear en todo lo que la vida puede ofrecerle.
Al inicio de la película Trent a su hijastro Duncan le da una nota de un 3 como persona, pero yo me atrevo a darle a una nota de sobresaliente a esta película que sin descubrir ni mostrar nada nuevo logra alcanzar una sinceridad necesaria, mostrando de una forma directa como muchas veces el amor en la vida adulta se resume en el miedo a estar solo. Ojalá se pudiera dar ordenes a nuestro destino para no cambiar como hizo el fundador de Water Wizz dejando por escrito antes de morir que no se variase nada del aspecto del parque, y así poder disfrutar cada año del mejor de nuestros veranos.
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