El camino del río Riaza (y sus hoces)

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Home » Caminantes » El camino del río Riaza (y sus hoces) La ermita del Casuar enclavada en el paisaje de las hoces

El camino del río Riaza (y sus hoces)

El río Riaza discurre sinuoso, encajonado por paredes calizas, entre los municipios de Maderuelo y Montejo de la Vega de la Serrezuela, en Segovia. Su entorno, habitado por 500 parejas de buitre leonado, se ha declarado parque natural y existen seis sendas habilitadas que nos permiten descubrir lugares como la Catedral, la ermita del Casuar, el embalse de Linares o el colmenar de Valdevacas.

Primera parada: la Casa del Parque.

Casa del parque de las hoces del río Riaza

Las casas del parque son el mejor punto de inicio para cualquier visita por los espacios naturales de Castilla y León. Por varios motivos: allí te facilitan información y folletos, puedes gestionar los permisos que se necesitan para hacer algunas sendas y tienen exposiciones sobre la geología, la flora, la fauna y las costumbres y los pueblos de la zona. Además, muchas veces, están instaladas en edificios de gran interés.

En el caso de las Hoces del río Riaza, su casa del parque se localiza en Montejo de la Vega de la Serrezuela, uno de los tres municipios que pertenecen al parque natural. Su exposición permite conocer de antemano el espacio. Además, allí, se pueden pedir los permisos necesarios para hacer las rutas PR SG-6 o PR SG-7 entre el 1 de enero y el 31 de julio ya que discurren por zona de reserva y es el periodo de cría para de los buitres. También se pueden comprar (por 20 y 50 céntimos de euro) los folletos de las sendas o el genérico del parque natural.

Para los centros educativos existe un aliciente. Organizan actividades adaptadas a cada grupo que se pueden coordinan con los educadores según las necesidades de la clase.

El espacio natural.

El río Riaza ha creado un paisaje de meandros que discurre encajado entre paredes calizas habitadas por cientos de buitres. Este espacio pertenece a los municipios segovianos de Montejo de la Vega de la Serrezuela, Valdevacas de Montejo y a Maderuelo y está declarado desde 2003 parque natural.

La combinación de varios elementos forma un paisaje muy bello. Por un lado, el río Riaza discurre formando sus hoces, rodeado de vegetación de ribera y, ya cerca de Montejo de la Vega, de huertas. Junto a él se alzan enormes paredes calizas repletas de oquedades donde habitan cientos de aves rupícolas, entre las que destacan los buitres leonados, protagonistas indiscutibles de este espacio.

Los buitres usan huecos inaccesibles para sus depredadores

La “catedral” es el mejor lugar para observar aves

Buitres leonados apoyados en la roca.

Las vegas del río Riaza

Las aves esteparias (entre ellas, la alondra de Dupont) habitan en los páramos, una parte de tierra más pobre donde crecen, además de aromáticas, sabinas, encinas y quejigos. Décadas atrás, cuando la ganadería (junto a la agricultura), era el modo de vida más frecuente, por aquí pastaban ovejas churras que dejaban el terreno sin vegetación. A falta de quien se las comas, las plantas crecen hoy a sus anchas, y son refugio de pequeños pájaros. De aquella época se pueden observar restos de los apriscos usados por los pastores, uno de los elementos creados por el ser humano en el territorio del parque. Otro: el embalse de Linares.

Este embalse supuso el final de Linares de Arroyo, un pueblo que desapareció bajo sus aguas alrededor de 1950. En la casa del parque hay un espacio dedicado a su memoria. A su vez el pantano creó nuevas formas de vida y hoy se pueden observar anátidas y otras aves que pasan aquí el invierno. En nombre del progreso también se construyeron los túneles y el puente del ferrocarril que atraviesa el espacio natural en una simbiosis paisajística perfecta.

El puente del ferrocarril atraviesa el espacio.

La presa del embalse de Linares

Y más creaciones humanas. Algunas monumentales, como las ruinas del antiguo convento de San Martín de Casuar, y otras que nos muestran las tradiciones y la economía de la comarca: tenadas, antiguas colmenas, palomares, lavaderos… algunos de ellos cerca de los tres pueblos que también aportan una buena dosis de patrimonio.

Maderuelo es el más espectacular de ellos. Declarado conjunto histórico, nos vamos a encontrar con sus murallas, dos puertas, los restos de un castillo y un par de iglesias. Valdevacas de Montejo acoge las instalaciones del albergue Sendas del Riaza que se llena de escolares cada poco tiempo y que ha revitalizado este pequeño pueblo. Por su parte, en Montejo de la Vega, además de visitar la casa del parque, podemos acercarnos a la bodega Severino Sanz, que ofrece experiencias enoturísticas dentro de la Denominación de Origen Ribera del Duero.

Pueblos, paisajes y naturaleza forman un conjunto muy bello que ha atraído a varios naturalistas, entre otros, a Félix Rodríguez de la Fuente. Su recuerdo y su legado está muy presente en el parque y mucha gente trabaja para conservar su territorio y a sus habitantes no humanos de la mejor de las maneras.

Valdevacas de Montejo

Una antigua colmena con un huerto donde se plantaban aromáticas para atraer a más abejas

La ermita del Casuar, único resto de un antiguo monasterio

Las sendas.

Sendas por el espacio natural. Para algunas hay que pedir permisos en la casa del parque.

Todo el espacio natural está atravesado por seis sendas de pequeño recorrido que nos llevan a conocer los paisajes y los lugares más interesantes del parque: la ermita del Casuar, el cañón del río Riaza, la Catedral, el embalse de Linares… Su numeración va desde la PR SG 05 hasta el PR SG 10 y para algunas de ellas hay que pedir autorización en la casa del parque entre los meses de enero y julio.

Cerca de las Hoces del Río Riaza se encuentran las Hoces del Río Duratón. En la comarca Tierras del Burgo, también hay espacios naturales tan bonitos como el Cañón del Río Lobos o la Fuentona de Muriel. espacios naturales segovia hoces del río riaza parque natural hoces del río riaza río riaza senderismo segovia 2015-11-19 Paula Mayoral