Nacida a fines de los setenta me resulta difícil imaginar no haber tenido la posibilidad de elegir una carrera y desarrollarla…lo que no me resulta para nada difícil es la dificulta que tenemos las mujeres para acomodarnos al nuevo lugar que en forma muy reciente empezamos a ocupar….porque también lo vivo. Siento y veo la gran dificultad con la que las mujeres desarrollamos una carrera y los demás roles que elegimos vivir. Formamos pareja, nos convertirnos en madres y entonces nos damos cuenta que no todo es como debería ser…
Incluso antes que se de esta situación percibo que las mujeres todavía no encontramos nuestro lugar, que todavía no sabemos nada sobre nosotras mismas, que todavía nos vemos a través de la mirada masculina, en una sociedad patriarcal donde el temor al poder femenino escasamente comprendido dio lugar a la desvalorización y sometimiento de la mujer.
Las mujeres intentamos tener un lugar en esta sociedad convirtiéndonos justamente en aquello que nos dejo a un lado. Para tener un lugar en la sociedad patriarcal había que ser como los varones…y ahí nos perdimos de nuestra esencia, de lo que realmente somos, es evidente que la confusión, el enojo, el cansancio nos inunda cuando tratamos de ser lo que no somos. Cuando vamos a valorar las virtudes intrínsecas al ser femenino, cuando nos vamos a dar cuenta que el ser diferentes es lo que nos valoriza???
No quiero ahondar en un tema que da para largo (aunque creo yo tiene que ver con la génesis de este problema), pero evidentemente en la sociedad actual no se aprecia, ni se da lugar a lo diferente, en cualquier aspecto de la vida. Las grandes intolerancias religiosas, por ejemplo, son un reflejo de las pequeñas- y a veces no tanto- intolerancias a nivel individual. Lo diferente asusta hasta que lo conocemos.
Las mujeres no conocemos nuestro cuerpo, desde lo básico de saber donde están ubicados, como son, y como funcionan nuestros órganos sexuales, hasta, ni que hablar, de lo más profundo; como cómo funciona nuestro ciclo femenino en relación a nuestras emociones y nuestra poderosa intuición. Es más fácil creer, al igual que los varones, que muchas de nostras tenemos un carácter difícil antes o durante la menstruación, porque esta biológicamente dado, que preguntarnos que señales nos da nuestro cuerpo en ese momento del mes que nosotras no sabemos escuchar, y que gracias a nuestro ciclo y nuestras hormonas nos golpea la puerta todos los meses.
Explica la Dra Northrup en su libro “Cuerpo de mujer sabiduría de mujer”:
“La fase lútea, desde la ovulación hasta el comienzo de la menstruación, es la fase en que las mujeres están más sintonizadas con su saber interior y con lo que no funciona en su vida”
Considero que las mujeres debemos empezar a conocernos mejor en todas nuestras dimensiones, para empezar a apreciar el valor de lo femenino y el maravilloso funcionamiento de nuestro cuerpo. Debemos empezar a vernos con una perspectiva propia y sin prejuicios, para entendernos y admirarnos. Creo que en este momento somos las peores enemigas de nosotras mismas, somos las más severas para juzgarnos y las primeras en criticarnos, las mujeres entre nosotras somos poco solidarias, y de esta forma difícilmente lleguemos a salir del lugar en que estamos.
A las que nos toca como madres trasmitir una identidad femenina positiva a nuestras hijas, deberemos aprender a vivir en forma plena nuestro cuerpo y nuestra vida, ya sea que seamos amas de casa o trabajemos muchas horas fuera de ella, para poder trasmitirles a nuestras hijas : es bueno ser mujer!!!
Muchas mujeres con vidas profesionales exitosas pero sujetas a reglas masculinas, intentan emular al varón para ser competitivas, por lo que suelen trasmitir a sus hijas un sentimiento de inferioridad con respecto al varón y el mensaje es: no es bueno ser mujer!!!
Celebremos las diferencias que nos hacen distintas a los varones y que nos hacen mujeres, respetemos nuestros cuerpos y nuestras emociones, y no caigamos en el mismo error que nos ha dejado tan mal paradas: celebremos las diferencias que hacen a los varones distintos a las mujeres!