Mi sensei se pasó bastante tiempo en idearlo y diseñarlo con el Word. En el mismo se aprecian varios detalles a destacar, como la inclusión de los colores de todos los cinturones en esta disciplina. Incluye algunos motivos típicos de este arte marcial, como son el tigre (símbolo de la fuerza del estudiante que se inicia), el Dragón (la sabiduría de quien conoce más técnicas y sabe cuándo y cómo emplearlas), y la imagen en negro del fondo. La imagen no se ve muy bien, pero es un símbolo muy utilizado en las primeras escuelas de este arte marcial.
El lince es el símbolo del origen del maestro, el club donde mi sensei aprendió kenpo. Pero de todo lo que hay en el escudo, y el detalle que más me ha gustado, ha sido el signo del ying y el yang usando los colores blanco y rojo, el cinturón de inicio y el cinturón más alto en artes marciales.
El uso deliberado de ambos colores quiere reflejar una aplicación en la vida real del ying y el yang. Pretende reflejar la interrelación del que se inicia con quien tiene la inexperiencia y la sabiduría, cómo todos han tenido que iniciarse en el mismo camino antes de llegar a la meta. Asímismo, no sólo es el cinturón rojo quien enseña al blanco, el blanco tiene efectos en el rojo y hace que tenga sentido. Uno no puede existir sin el otro.
Cada día que pasa de residencia me siento más cinturón blanco que rojo. Sé que me he iniciado en el camino hacia obtener la especialidad. Considero que cada vez estoy un paso más por delante de donde estaba antes, o al menos así lo atestiguan otras personas. Sin embargo, a veces siento que he olvidado cosas que ya sabía, o en ocasiones considero que mis guardias son especialmente malas y complicadas, en comparación a lo que veía en los primeros días. Mi labor no sólo se limita a aprender, yo también hago que mi tutor aprenda y se tenga que esforzar por enseñarme y aprender diversas cosas a aplicar en la consulta.
En el fondo es el camino de la formación sanitaria especializada. Hasta no llegar al final no eres el cinturón rojo. Sin embargo, todos los cinturones intermedios, véase las distintas rotaciones, son un símbolo del camino a recorrer, del aprendizaje y del esfuerzo acumulado en todo el tiempo de duración de la especialidad. En Enero empezaré mis rotaciones por "Neuro", y de ahí hasta dentro de dos años.
La única solución para llegar al cinturón final es el entrenamiento, como en todos los aspectos de la vida. Caminante no hay camino, se hace camino al andar.