Lord Carey, ex Arzobispo de Canterbury, criticó la "mala gestión" en la catedral y pregunta "¿cómo podudieron el Decano y el Cabildo de San Pablo tomar esta postura?" ademas, acusa a los manifestantes como "cínicos y oportunistas" , diciendo que muchos son "niños de clase media malcriados que regresan a casa por la noche para una ducharse y dormir en cama calentitos".
Las acciones legales para la disolución de los manifestantes podrían comenzar hoy, pero va a costar decenas de miles de libras y podría tardar meses en completarse.
Fuente: telegraph