A veces se les notaban nerviosos cuando se acercaba demasiado otro charlatán de distinto color, como si se repeliesen, y entonces comenzaban a hablar más deprisa y más alto de lo normal, emborronándose su sonrisa. El calor y la luz parecían aumentar a medida que pasaban las horas de la mañana y el bullicio se volvía ensordecedor, pero, de repente, el griterío se fue apagando y un silencio se fue extendiendo desde la entrada principal. La marea humana se fue calmando, formando lentos remolinos hasta que se fue abriendo un pasillo, como una grieta amenazante que fue creciendo hasta alcanzar la trasera del edificio. A lo lejos se vio avanzar, con paso firme y decidido, una figura alta y negra, trajeada, de botines brillantes y sombrero de bombín. Su abundante y cuidada barba, oscurecía su rostro que se mostraba frío y de mirada penetrante. El silencio helado sacudió sin piedad a todos que, inmóviles y boquiabiertos, siguieron los pasos del candidato, y como una procesión desfilaron disciplinados y devotos tras aquel ser magnético hasta el edificio institucional.Cuando subió al estrado, hierático y de mirada fulminante, contempló a cada uno de los sumisos ciudadanos, que percibían con resignación como eran violadas sus conciencias. Respiró profundamente ante la expectación del vecindario y lo dijo, concluyente, con una sonoridad incuestionable, su palabra atronó provocando un eco que se repite hasta la saciedad: ¡YO! Entonces los ciudadanos rompieron el silencio llenando el espacio de gritos, vítores, silbidos… mientras que el candidato con su gesto asentía.puertas sillas hosteleria mobiliario hosteleria calderas precios calderas
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