No sé si estará jugando al Candy Crush o a qué doña Celia, pero es lamentable que esta señora y su consorte sigan estando y, al parecer, influyendo de manera definitiva, en el Partido Popular , con unos emolumentos sin duda disparatados (mejor no hacer aproximaciones deshonestas) y no sé si justificados a la vista de los resultados. ¿Qué mérito tiene esta “señora” para ser Vicepresidenta 1ª del Congreso de los Diputados después de sus lamentables episodios como ministra de Aznar o como diputada? Recuérdense, por ejemplo, el asunto de las vacas locas: <La ministra de Sanidad, Celia Villalobos, recomienda a las amas de casa "no echar huesos de vaca al caldo"> o la “cortesía” con que trataba a su chófer: “No son más tontos porque no se entrenan”.
Me viene a la memoria ese libro del Dr. Laurence J. Peter (1969) en el que define el famoso Principio que lleva su nombre y en el que desarrolla su teoría sobre el “Nivel de incompetencia”, que leí a principios de los 70, pero que siempre se acaba cumpliendo y entre nuestra “casta” política de manera inexorable. Claro que no perdamos de vista el resto de la escena que se puede ver en ese vídeo. El bueno de Gil de Lázaro, sin más instrumento sobre su mesa que un lápiz (digo yo que para qué lo quiere si no tiene cerca un mal papel), que atiende una llamada telefónica mientras habla su Presidente y que intenta tomar un café y al pedirle a su compañero de "faena" la cafetera, debe decirle que está vacía y, rápidamente, pulsa un timbre bajo el pupitre y, de inmediato y solícito, aparece u uniformado ujier que retira los recipientes vacíos y, no se ve, pero se supone, procederá a reemplazarlos por otros llenos. Que no les falte de "ná" a sus señorías ante ese “estresante” y “durísimo” trabajo de tan alto riesgo. Una vergüenza la desvergüenza de nuestros supuestos representantes sólo amparada por el estado de impunidad que evidencia el cargo. Si esta es la atención que prestan cuando habla el Presidente del Gobierno y de SU partido, qué será cuando hable el representante de la Oposición y los de los partidos minoritarios. Bueno, sobran palabras, ni el cinco por ciento de los escaños con su diputado. La gran mayoría FUERA del hemiciclo en el que se ¿"representa"? a los españoles. Qué poquitos estamos, o nos sentimos, realmente representados por esta pandilla de apoltronados digitalizados, en el más amplio sentido de la palabra, en lo referente al “dedo divino” que los coloca y a la tecnología de última generación, faltaría más, que también pagamos todos los españoles. En eso si que estamos "representados" y somos “participativos”. Que Dios reparta suertes a los ciudadanos de a pie, que falta nos hace ante este desenfreno, porque a estos ya les "repartió" demasiada.