Abrimos con El canto del loco. Una letra que nos ofrece una manera diferente de vernos, bajo el perdón y el dejar de sentirnos culpables. Sirvan como ejemplo los siguientes párrafos, sobretodo las últimas dos líneas.
Estás enfadado con todo lo que hay cerca de ti. Nunca te has gustado y vives exigiéndote al máximo siempre. Tú sólo eres culpable de que ahora tú te veas así.
¡Corazón, hora tienes pedirte perdón por creerte siempre feo y culpable y sufrir cada vez que sale el sol!