La Perspectiva Basada en Recursos postula que la posesión y mantenimiento de una ventaja competitiva y desempeño superior de la empresa se sustenta principalmente en su capacidad de crear y poseer recursos valiosos, raros, imitables imperfectamente y no-sustituibles (Barney, 1991). Es así que las empresas familiares se ven como un campo fértil para el desarrollo de recursos humanos, sociales y financieros muy valiosos. Entre los humanos, se tiene el compromiso, compartimiento de valores, cultura, confianza y reputación. Los sociales se refieren a la capacidad de generar "buena voluntad como resultado del tejido de relaciones sociales que se crean y que pueden ser movilizadas para facilitar la acción" (Adler and Kwon, 2002, p.75). Por lo tanto, la naturaleza perdurable de las conexiones familiares puede dar a las familias ciertas ventajas en el mantenimiento y desarrollo del capital social. Por último, en cuanto al capital financiero, la empresa familiar posee "capital de supervivencia" representado por un conjunto de recursos financieros del cual dispone la familia en relación a las empresas no-familiares.
A partir de la encuesta de empresas familiares de la UDLAP levantada en el estado de Puebla en abril-junio de 2015, la gran mayoría de éstas contemplan llevar a cabo una estrategia de crecimiento o consolidación de sus empresas. Relacionado con esto, la encuesta pregunta acerca de las fortalezas ante sus competidores sobre las cuales las empresas sustentan estas expectativas. Las respuestas señalan que las principales fortalezas, citadas en orden de importancia, incluyen: las relaciones con el cliente y servicio proporcionado en el 43% de las empresas; la marca, conocimiento del mercado y aceptación en el 42%; la consistencia de poder ganar negocios basados en la lealtad del consumidor en el 35%; la experiencia y reputación comercial, y el diseño, calidad y amplitud del producto, ambas con 34%; y, finalmente, los precios y costos bajos en el 32% de las empresas.
Las respuestas reflejan de manera clara la ventaja a que se asocia a las empresas familiares en términos de la riqueza de su capital social. El tejido de relaciones que la empresa articula con diferentes grupos de interés, entre ellos los clientes, consumidores, y comunidad circundante, genera confianza y compromisos que apoyan las actividades empresariales.
También, y a diferencia de lo que se reportó en los resultados de una encuesta similar de la UDLAP en el año 2011, las empresas familiares poblanas han crecido en su capacidad de diferenciar sus productos, ya sea en términos de su calidad, diseño o variedad, pues cuatro años atrás solo el 29% reportó esa fortaleza, bastante detrás de la indicada por competencia en precios y costos bajos en ese mismo año, con 35%. Esto indica que hay un movimiento importante de estrategias sustentadas en ofrecer precios bajos hacia una mayor diferenciación de los productos y servicios, capitalizando de esa manera el conocimiento cercano que las empresas familiares tienen de su mercado.
El trabajo realizado con empresas poblanas en la labor de consultoría de la UDLAP, muestra algunos casos muy significativos de esta tendencia. Así, se tiene el caso de una empresa familiar dedicada a proporcionar servicios de reparación de obra civil en accidentes automovilísticos que ocasionan un daño de esta naturaleza. La calidad del servicio, basados en la honestidad, oportunidad y especialización, le ha permitido a esta empresa un crecimiento exponencial de sus ventas en los últimos 5 años, posicionándola de manera muy ventajosa con las principales aseguradoras del país. Parte del éxito inicial de esta empresa se debe a las relaciones que el patriarca pudo mantener con compañías del sector asegurador al momento de dejar de presar sus servicios en una de las aseguradoras más importantes a principios de los 90s. Estas relaciones han sido capitalizadas muy bien por la segunda generación que ahora se encuentra liderando la empresa, dando una clara muestra del capital social del cual pueden disponer y acrecentar las empresas familiares.
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