Steranko es un autor de cómics excelente por eso tiene poca obra pues alguien así no tiene sitio en un mundo industrial, sobre todo antes porque era lo contrario de ahora, lo estandarizado era mayor en la mentalidad que en la vida cotidiana. Una de sus obras destacadas es esta. No he podido leerla hasta hoy porque es tan breve, 3 grapas (110, 111 y 113), que no encaja en los criterios industriales que se manejan actualmente. Siempre ha venido inserta en un material copioso que no me interesa. Al final acabé por descubrir que forum lo editó en una trigrapa, el Especial primavera (de 1989) de su cole genérica Clásicos Marvel. Así, por fin he podido sumirme en ellos.
ME CAGÜEN ... La edición la caga al final, las 2 últimas páginas son una evidente SPLASH PAGE!
Son unos cómics inquietantes y gráficamente espléndidos aunque Steranko no va más allá de su genial Nick Furia. Dibuja mejor que allí pero narrativamente es menos inquieto, en mi opinión cada nº menos, siendo la 2ª mitad de la historia más convencional que la 1ª. Aún así tiene escenas sorprendentes y hermosas. Por eso esta obra a través de su autor es un puente entre Kirby y Adams en el dibujo y entre El Rey y Miller y Chaykin en lo narrativo. Por tanto, aunque poco sorprende a alguien que haya disfrutado con el fabuloso Nick Furia de Steranko, estas grapas son una sobresaliente muestra de lo que se puede hacer sin necesidad de ser muy vanguardista. Con el tiempo que ha pasado desde que se publicó estas aventuras, casi 50 años!, uno piensa que así es como debería narrar hoy el mainstream ya que eso es suficiente tiempo para que la gente aprenda a hacerlo así, pero en cambio la narrativa superheroica se ha empobrecido. Una pena porque Steranko demuestra que lo cinematográfico no se consigue haciendo viñetas cinemascope y dibujando realista, sino usando muchas viñetas y jugando con los planos, además de dejar claro que el Cómic con imaginación e ingenio puede adelantar al Cine por la dcha. gracias a que puede segmentar el espacio de forma más dinámica, variada y eficiente y a que puede plasmar en imágenes lo imposible.
La historia no es muy allá vista hoy pero es que es de S. Lee. Pese a eso está claro que es puro método Marvel. Todo, salvo la idea original y los diálogos, es de Steranko. Por eso el dibujo destas grapas es mucho mejor que su guión. Así pues, la historia que unifica este tríptico es típica, el enfrentamiento entre Hidra y el Capi de cada jueves, pero tiene un aire enfermizo que inquieta por su indefinición de modo que tiene algo especial. A mi me recuerda a Vértigo de Hitchock (10 años anterior, un homenaje de S. Lee y Steranko?). La historia tiene una fuerte tensión psicológica y un fuerte tono fúnebre. Hay 3 personajes en la historia, 2 principales, y todos ellos de forma individual se enfrentan a la muerte. Por un lado el Capi decide que es un error que todos sepan quién es S. Rogers así que piensa en cómo hacerlo desaparecer, Rick Jones se enfrenta a cómo suplantar al muerto (por entonces) Bucky Burnes y Mdme. Hydra se enfrenta al problema de matar al Capi. Esto naturalmente los cruza haciendo que la historia sea incómoda. El extraño cariño del Capi por Bucky que le impide decirle a Rick Jones que se cree otro alter ego para ser su sidekick (normal que haya acabando triunfado Halcón), pero todavía no puedo... no quiero borrar el recuerdo de Bucky Barnes!, el oscuro deseo de Rick Jones por vestirse como un muerto de motu proprio radicalizado porque parece el hermano gemelo del mismo (Los Vengadores nº 4 p. 10 v. 6), encontré estos trapos en el armario... [la negrita no es mía] y se me ocurrió ponérmelos, y la agresiva intrusión de Mdme. Hydra, la femme fatale fea, dado quel tema es amor homosexual platónico, comienza con una pelea entre Hulk y el Capi por Rick, o sea, no pinta nada pero se entromete hasta el fondo, totalmente trágica porque la tortura estar desfigurada cuando es una mujer entre homosexuales y sólo puede vivir si mata a otros, forman un triángulo que hacen a este tríptico algo absolutamente singular y especial dentro del mainstream. Está claro que S. Lee no pensó mucho en lo que hacía y que Steranko se pasó con el aire fúnebre. La historia así es realmente perturbadora. La obsesión del Capi incomoda, evidentemente por necrofílica, y la gravedad de Steranko descoloca al ser una historia rutinaria de evasión.
En fin, pocas veces el mainstream ha llevado por derroteros tan inquietantes y libres los temas de las identidades secretas, del disfraz, de los secretos personales, de los traumas del pasado, de la violencia como otra forma de follar y como afirmación de la Vida y de los amores imposibles como lo hace esta historia. Así, este relato rutinario en realidad es una lectura perturbadora.