El parque de El Capricho (siglo XVIII), localizado en el distrito de Barajas, en Madrid, fue una idea un tanto extravagante de la duquesa de Osuna, doña María Josefa Alfonso Pimentel, mujer culta y afrancesada a la que hedía el dinero.
Fue una de las jóvenes aristócratas más adineradas del Madrid ilustrado de finales del siglo XVIII y se le antojó la construcción de este idílico lugar.
Además rivalizaba con la duquesa de Alba y andaba empeñada en legar a la posteridad su nombre ligado a una obra singular. La noble estaba considerada en su época como la mujer más inteligente y fue protectora de artistas, toreros e intelectuales.
A tal efecto, la aristócrata contrató a uno de los principales arquitectos franceses, Jean Baptiste Mulot, para que creara en ella un bello jardín. La obra quedó terminada en 1839.
Búnkers de la Guerra Civil
Tras la muerte de los duques pasó por diversas manos y sirvió para diversos usos, como cuartel de tropas napoleónicas, o del alto Estado Mayor del general Miaja durante su defensa de Madrid en plena Guerra Civil. Precisamente, de esta época de triste recuerdo permanece un entramado de búnkers que recorre el jardín.
Estos avatares y la falta de mantenimiento lo deterioraron de forma casi irremediable. Por fortuna, el Ayuntamiento de Madrid lo rehabilitó en 1987 y fue declarado Bien de Interés Cultural.
Tres jardines clásicos
El Capricho es la joya de los parques madrileños porque supone, sin lugar a la duda, uno de los ejemplares más sobresalientes y singulares de jardín paisajístico español. Su excelencia natural y decorativa se manifiesta en tres tipos de jardines clásicos: el parterre o jardín francés, el paisajista inglés y el giardino italiano.
En sus catorce hectáreas, el parque mezcla conceptos barrocos y paisajistas. Vale la pena descubrirlo en otoño o en primavera, cuando el paseo del viajero lo puede realizar entre el perfume de los bosquetes de lilas y las cascadas de rosas.
El romántico paseo debe abarcar la plaza del Capricho, la de los Emperadores (decorada a finales del siglo XVIII), el palacio, el estanque, el embarcadero, la fuente de los Delfines y de las Ranas, el Casino (decorado con espejos y un gran fresco en su interior), el jardín de las Flores, la Casa de la Vieja, el Laberinto o la Ermita.
Lugares enigmáticos
Otros peculiares escondrijos de este parque singular y que merecen la pena ser visitados son la deliciosa ría serpentine, con lago e isla, el templete de Baco (una construcción de estilo clásico con planta ovalada, rodeada de doce columnas jónicas) o el fortín con foso y cañones.
Curiosa resulta la Exedra, una construcción descubierta de planta semicircular y reminiscencias clásicas, o el Abejero, un sorprendente pabellón edificado únicamente para contemplar la actividad de las abejas. El palacete albergó en su día numerosos cuadros de Goya.
El Capricho acoge obras de interés como el Parterre de los Duelistas, del arquitecto Marín López Aguado. En esta composición el viajero puede observar dos columnas de mármol sobre las que se ubican dos bustos. Ambos simbolizan sendas personas que se dan la espalda en el momento de batirse en duelo.
Una zona verde interesante
Como notable zona verde que representa, El Capricho presume de contar entre sus praderas y paseos con una notable flora y fauna avícola. De entre la primera sobresalen ejemplares de robles, pinos, cipreses, tejos, cedros, plátanos y castaños de indias.
La riqueza vegetal convive con mirlos, palomas torcaces, pitos reales, herrerillos, petirrojos o ruiseñores, además de cisnes negros y ánades. Entre los mamíferos se mezclan ardillas rojas, musarañas, ratones comunes o ratones de campo.
Después de la muerte de la duquesa de Osuna comenzó un proceso de declive de este bello enclave que resultó imparable hasta que, en 1974, el Ayuntamiento de Madrid compró el parque y comenzó su recuperación.
El Capricho se abre al público sábados, domingos y festivos, de 9 a 21 horas en temporada estival y de 9 a 18.30 h el resto del año. Su dirección es el 28042 de Madrid. Se llega en metro (estación El Capricho, línea 5), o en los autobuses 101 o 105. Se encuentra junto a la avenida de Logroño, que separa el parque Juan Carlos I del Capricho. La entrada es gratis.
Una sucesión de imágenes congeladas que se suceden en casi cinco minutos condensa un sucinto viaje por las estancias más atractivas que esconde El Capricho en este interesante vídeo. Os dejo con él, para que disfrutéis de la magia que impregna este jardín y que transmite al viajero que se acerca hasta allí para disfrutar de cualquiera de sus rincones:
Dónde dormir: Hotel Acis y Galatea; Galatea, 6; 28042 Madrid (Madrid); teléfono: 917434901 y 645899136; res.acisygalatea@hotelesglobales.com; www.acisygalatea.com.
Dónde comer: Restaurante Osuna; Logroño S/N; 28042 Madrid (Madrid); teléfono: 913205272.
Soy periodista y experto universitario en protocolo. He trabajado en diferentes medios de comunicación como 20 minutos, Las Provincias o Diario 16. Ahora ejerzo labores de community manager, colaboro en blogs y publicaciones digitales. Autor del libro 'Eso no estaba en mi libro de Historia de Roma'.