EL CARBONERO - Carlos Soto Femenía

Publicado el 23 septiembre 2016 por De Lector A Lector @deLectorALector

Una foto tuvo la culpa. Una foto de unas galeradas subida a Instagram. Una instantánea que me hizo preguntar, y una respuesta que no me dejó lugar a dudas. Era un libro que había que leer sí o sí. Una novela que no había que perderse.
Sólo había que esperar su publicación y empezar a leer.

EL AUTOR



Carlos Soto Femenía nace en Palma de Mallorca el 10 de diciembre de 1966. A corta edad se traslada a Madrid, donde permanece hasta cursar estudios universitarios. De regreso a Mallorca, ejerce su actividad laboral en diversos flancos del sector de la Informática. Ha publicado algunos relatos premiados en los certámenes Silverio Lanza de Getafe (Madrid).
Es autor de las novelas La unción (premio Alfonso VIII, editorial EDAF, 2004) y Enemigo innúmero (Playa de Ákaba, 2013).

ARGUMENTO

En un pequeño y tranquilo pueblo de la Mallorca rural, a los pies de la Sierra de Tramontana, Marc y su padre pasan meses entre pinos y encinas, en absoluta soledad, con la única compañía del otro. Rodeados por el silencio y la belleza de la montaña, viven atentos al constante proceso de la quema de las encinas, sacrificando el sueño y otras necesidades en una especie de vigilia sin fin. Así es la vida del carbonero: una existencia a medio camino entre la realidad y la ensoñación.Pero ese remanso de paz queda truncado el día que la muerte irrumpe, inesperada y brutal, en las vidas de Marc y su padre, arrebatándoles de manera violenta a uno la madre y al otro la mujer.

MIS IMPRESIONES 

El carbonero es una novela particular, peculiar, sorprendente en la que Carlos Soto Femenía nos sumerge en un ambiente muy especial, un ambiente sombrío y gris, para contarnos una historia que transcurre en una zona rural de Mallorca.
Allí Marc y su padre ejercen el oficio de carboneros. Son los encargados de talar las encinas y su quema en la sitja para extraer el carbón vegetal por lo que pasan mucho tiempo solos, en un oficio que les obliga a la vigilia para no descuidar el fuego, con la única compañía del otro. Una soledad que se ve agravada por el mutismo que sufre el padre desde que encontraron a su mujer brutalmente asesinada en su casa. Una soledad que sólo se ve, en una pequeña parte, mitigada por la relación que Marc con la familia del buhonero, los vecinos más próximos cuando no están en la sitja y que les ayudan en algunos momentos mientras dura la quema.
Carlos Soto, en El carbonero, da voz a un joven que, después de siete años, no ha sido capaz de reponerse del duro golpe que supuso para él la muerte de su madre y la situación en que se encuentra desde entonces su padre, unos años durante los cuales se ha ido acrecentando el resentimiento y necesidad de descubrir quien cometió el crimen y los motivos que tuvo para ello y así poder vengarse.
Es impresionante como mediante esta voz Carlos Soto es capaz de transmitirnos con intensidad la personalidad de Marc, de meternos en la piel de este personaje sobrecogedor y como logra que lleguen a nosotros todos sus sentimientos y la forma en que le afecta su entorno.
Junto con Marc y su padre no van a ser muchos los personajes que nos vamos a encontrar en esta novela, no hacen falta, pero todos ellos están impregnados de pesimismo y de la misma oscuridad que que rezuma el ambiente, como si éste los envolviera y los empapara, en algunos casos, hasta lo más profundo impidiéndoles escapar de él. Unos personajes a los que el autor logra dibujar sin utilizar mucho detalle, unos simples trazos que, por precisos, serán más que suficiente para que tengamos una idea muy precisa de cómo son.
Y tal y como lo consigue con los personajes, Carlos Soto lo logra con los paisajes. No nos será difícil trasladarnos a la Sierra de Tramontana y acompañar a Marc y su padre al proceso y las labores de la quema en la sitja, trasladarnos a la casa de la Señora y mostrarnos la estructura social imperante, etc. describiéndolo, también, en pocas palabras pero con gran precisión y realismo.
La prosa de Carlos Soto es directa, parca, concisa, dura, pero a la vez desapasionada, es una narración absorbente, que atrapa al lector, que se apodera de él desde el principio, una narración que marca el ritmo de su lectura pausada y lenta, como la ira y la venganza que Marc ha ido alimentando en su interior.
El carbonero es una novela que os sorprenderá, una lectura que deja poso y de la que no te va a ser fácil desprenderte. Una novela que, una vez pasados unos días desde su finalización, te darás cuenta de que te ha gustado mucho más de lo que pensaste al principio, y eso que no fue poco.
Está claro que te recomiendo esta novela ¿no?. Pues no tardes en hacerte con ella y leerla.